Estrella se separa de su primer marido para iniciar una relación con una persona que desde el primer momento la obnubila. De ese primer matrimonio tiene una hija, Yasmina, que se convertirá en protagonista de toda la violencia que va a vivir su madre. En ese momento, Estrella tiene 25 años y no tardará en descubrir que todo ese despliegue de atenciones no es sino el preludio del control y de los celos: "Era un hombre muy machista que se tumbaba en el sofá y me pedía que yo le hiciera todo. Me insultaba bastante", nos ha contado al relatarnos cómo comenzaron los malos tratos.
"Era autoritario conmigo y con mis dos hijas. Dejé de salir porque lo pagaba con ellas y a mí me dolía mucho. La mayoría de las veces que he dejado de hacer algo ha sido por ellas, para que no les hiciese daño con su comportamiento o comentarios", ha explicado Estrella que vió cómo sus hijas se convertían en protagonistas de su desgarradora historia.
Estrella nunca sintió miedo. Es más, la violencia física desapareció cuando él se puso enfermo, pero se multiplicó el maltrato psicológico y se extiende a su hija mayor: "Mi marido insultaba a mi hija mayor, pero ella se callaba para protegerme. La pequeña quería mucho a su padre y hacía todo lo que él la pedía y la manipulaba muchísimo", ha explicado.
Después de ser sometida durante mucho tiempo a maltrato psicológico y vejaciones, la pareja de Estrella comenzó a agrededirle también físicamente: "No le gustaban ni mis hermanas ni mis amigas, aunque a la cara con ellas era muy amable y correcto. La primera vez, me cogió del cuello y me apretó. Estuve más de un mes sin dirigirle la palabra porque ya no era la persona que yo quería". Poco después, Estrella decidió divorciarse pero seguir conviviendo en la misma casa, algo que le deja todavía más expuesta.
"Yo dormía en la habitación de la pequeña y fue a decirme que quería hablar conmigo. Le dije que se esperase a mañana porque estaba dormida, entonces se fue y le escuchaba resoplar. Estaba sentado en el baño con un cuchillo de la mano, haciéndome creer que se iba a suicidar. Entonces se giró y me pegó un puñetazo que me dejó inmóvil. Me cogió del brazo y me arrastró hasta la cocina, donde me dió varias puñaladas en zonas vitales mientras me decía "te quiero". Recuerdo a las niñas chillando en la puerta, conseguí tirarle un taburete y no recuerdo cómo salí de la casa. Mi hija mayor me salvó la vida escondiéndose en el baño con la pequeña y llamando al 112", nos ha relatado Estrella entre lágrimas.