Cuando la suegra de Noelia, protagonista del cambio, insinúa que su hijo no tiene la culpa de ser infiel, la estilista Natalia no ha podido quedarse callada. Benita echa en cara a su nuera que no se arregle, "se ha dejado un poco bastante" explica. "Yo le digo a Noelia que se ponga bien guapa, se pinte los labios y se vaya a cenar con su marido" dice la suegra.