El estrés perjudica a tu organismo: conoce sus fases y cómo puedes aprender a gestionarlo gracias a la tecnología

  • El estrés es una respuesta biológica de nuestro organismo ante una situación de alerta.

  • El escáner EDA del smartwatch Fitbit Sense es capaz de detectar los cambios en nuestra actividad electrodérmica y ayudarnos a gestionar las emociones que nos alteran

Cuando hablamos de adoptar hábitos de vida saludables, lo primero que nos viene a la cabeza es seguir una alimentación equilibrada, practicar deporte o algún tipo de actividad física, dormir al menos 8 horas al día y beber agua para mantenernos hidratados. Pero a menudo cometemos un error: olvidarnos de la salud emocional.

Cumplir con la exigencia de nuestros trabajos, el frenético ritmo de vida, la presión a la que estamos sometidos constantemente y las preocupaciones por temas económicos o personales han hecho que, en los últimos años, en nuestras visitas médicas nos encontremos con un diagnóstico cada vez más habitual: estrés.

Evitar que esta sensación de no llegar a todo no aparezca es prácticamente imposible, pero no debemos normalizarla y un buen comienzo es aprender a gestionar esta emoción para minimizar sus efectos. Y para ello, lo primero que debemos saber es qué lo provoca, qué efectos tiene en nuestro cuerpo y cuáles son sus fases. Ya sabes lo que dicen: para vencer a tu enemigo, empieza por conocerlo.

Nuestras principales preocupaciones suelen estar relacionadas con el dinero, el trabajo, el amor, la salud o la familia. Pero también hay otros factores como la autoexigencia, la falta de tiempo libre, los compromisos sociales, la búsqueda de motivación o nuestro caos vital que nos provoca esa saturación de sentimientos que nos abruma.

La tecnología puede jugar a nuestro favor en estos episodios de estrés. Es el caso de Fitbit Sense, el nuevo smartwatch avanzado de salud de Fitbit que incluye un sensor EDA, que ayuda a medir y gestionar el nivel de estrés. Cuenta con un escáner en la muñeca que detecta tu actividad electrodérmica, identificando la respuesta de tu cuerpo al estrés y proponiéndote, desde la app de Fitbit, técnicas de respiración y sesiones guiadas de mindfulness que te enseñarán a gestionarlo para que te sientas mejor. Además, te proporciona cada día una puntuación de tu nivel de gestión del estrés que te ayudará a comprender mejor tu estado de ánimo.

¿Qué pasa en mi cuerpo cuando me estreso?

Cuando estamos sometidos a mucha presión, tendemos a estar más irascibles, nos alteramos con facilidad y esto, a largo plazo, puede afectar a otros aspectos de nuestra salud. Nuestro organismo libera cortisol, adrenalina y otras hormonas que aumentan nuestra presión arterial, nos pueden provocar taquicardias e hiperventilación, y esto tiene sus consecuencias en el funcionamiento de nuestro cuerpo.

Sistema digestivo

Cuando sentimos estrés, nuestro hígado responde produciendo más azúcar del habitual, y este aumento de la glucosa en nuestro torrente sanguíneo puede producirnos malestar, acidez estomacal, estreñimiento, aumento de los reflujos, incluso provocarnos, a largo plazo, algún tipo de diabetes. Los nutrientes no se absorben de forma correcta durante la digestión esto tiene sus consecuencias.

Problemas respiratorios y cardiacos

Los episodios más graves de ansiedad suelen venir acompañados con una sensación que nos oprime el pecho y hace que nos cueste respirar. El corazón bombea más rápido, los vasos sanguíneos se contraen y desvían más oxígeno a los músculos, aumentando la presión arterial. Si el corazón trabaja demasiado aumenta el riesgo de sufrir un derrame cerebral o un ataque al corazón.

Mayor riesgo de caer enfermo

La alta cantidad de hormonas que se liberan durante los episodios de estrés reducen la respuesta de nuestro cuerpo, debilitándolo ante el ataque de bacterias y virus, por lo que les facilita la entrada en nuestro cuerpo. Por eso, cuando pasas por una temporada de mucha presión es más fácil que te resfríes o termines pasando una gripe que, además, durará más de lo habitual porque tu cuerpo no tendrá las defensas suficientes para recuperarse.

Apetito sexual y fertilidad

El estrés nos agota, tanto física como mentalmente, y esa es una de las razones por las que es habitual que la lívido baje, perdiendo el deseo sexual. En los hombres, se produce una bajada de testosterona que puede llegar a causar impotencia. En mujeres, puede afectar al ciclo menstrual, causando irregularidades y periodos más dolorosos.

Dolores musculares

Es habitual que esta tensión acumulada en los músculos nos produzca dolores de cabeza, de cervicales, espalda, hombros y otras partes del cuerpo.

La importancia de identificar las fases del estrés

Cuando sufrimos un episodio de estrés pasamos por tres fases:

  1. Fase de alarma: El cuerpo detecta una amenaza y causa una reacción instantánea, liberando adrenalina, para que nuestra energía aumente y podamos escapar del peligro. Aumentan las palpitaciones, nuestra respiración se acelera, los músculos se tensan y nos volvemos más sensibles antes cualquier estímulo. Aumenta el nivel de cortisol, aumentando la cantidad de azúcar en sangre que debilita nuestro sistema inmunológico para ahorrar energía. Estas consecuencias, a largo plazo, pueden pasar factura.
  2. Fase de resistencia: El cuerpo intenta adaptarse a esta situación a través de la homeostasis, un proceso por el que el cortisol y la adrenalina vuelven a sus niveles normales, pero esto resulta agotador para el organismo. Puede causar problemas de concentración e irritabilidad.
  3. Fase de agotamiento: Este desgaste de energía desemboca en un cansancio inevitable para un organismo trabajado duro, primero preparándose para ese estado de alarma, y después recomponiéndose de nuevo. Cuando esto ocurre a menudo, el cuerpo termina por debilitarse y bajan las defensas.

Por eso es tan importante aprender a gestionar correctamente estas sensaciones de alerta que el cuerpo activa desde las primeras señales, pero esto no siempre es fácil. Fitbit Sense es el primer smartwatch del mundo que incorpora el exclusivo sensor EDA para el control del estrés. Este sensor analiza tu actividad electrodérmica mediante la app Escáner EDA en tu smartwatch y, gracias a la aplicación de Fitbit, puedes seguir tus tendencias a largo plazo, reflexionar sobre tu estado de ánimo, entender y gestionar tu nivel de estrés. Es el momento de conectar con tu salud.