Partido eléctrico que en el minuto siete ya tuvo su gran ocasión de peligro. A la salida de un saque de esquina, Thiago Silva se encontraba un balón que casi sin tocar lo enviaba al palo derecho de la portería de Courtois. Al minuto siguiente, Chadli respondía con un buen disparo.
Sin embargo, en el minuto 13 era Bélgica la que se adelantaba. Saque de esquina botado por la selección belga y Fernandinho cabeceaba a su propia portería. A la selección brasileña le tocaba remontar para lograr el billete a las semifinales del Mundial de Rusia.
Brasil disponía de muchas ocasiones pero no conseguía concretar de cara a puerta. Courtois contenía con buenas paradas las acometidas brasileñas. Bélgica despertaba mucho peligro en cada contra. En el minuto 31, Bélgica ponía el segundo en el marcador. Contra de manual de los belgas conducida a la perfección por Lukaku, el delantero del United descargaba para De Bruyne que con un disparo fuerte y seco ponía el segundo en el marcador.
Bélgica controlaba el partido y Brasil, noqueada tras el segundo tanto. En el minuto 37, dos manos salvadoras de Courtois consecutivas para mantener su portería a cero. En la segunda parte, Brasil salió a por el partido. La pentacampeona disfrutaba de las mejores ocasiones mientras que Bélgica vivía sus peores momentos. Marcelo, convertido en extremo, era un auténtico puñal por la banda.
Bélgica hacía mucho daño a la contra y fue así como pudo llegar el tercero pero Hazard cruzaba en exceso la pelota. A la siguiente jugada, mano salvadora de Courtois. En el minuto 76, y sólo tres minutos después de salir, Renato Augusto recortaba distancias tras cabecear un muy buen centro de Coutinho. Tras el gol, los belgas empezaban a jugar con el reloj a favor: pérdidas de tiempo, posesiones largas, cambios lentos, todo para ganar unos minutos.
Bélgica aguantaba como podía las acometidas brasileñas. Roberto Martínez metía a Tielemans y Vermaelen para ganar solidez defensiva. En el tiempo de descuento, paradón de Courtois para mandar la pelota a saque de esquina. Los belgas consiguieron aguantar el marcador en los últimos minutos y pese a que las últimas ocasiones fueron para los de Tite, es la selección europea la que consigue el billete para las semifinales, donde se enfrentará a Francia.
Análisis del partido
La primera parte fue claramente para Bélgica. Los de Roberto Martínez le dieron un baño de juego a los de Tite y con dos goles mataron el partido. Sin embargo, los brasileños salieron con otra cara en la segunda parte y dominaron en los segundos 45 minutos. Un vendaval ofensivo que sólo encontró puerta con el gol de Roberto Martínez.