El partido arrancaba con mucha más intensidad por parte de Dinamarca. La selección danesa llevaba la posesión de la pelota y además, era el equipo que más se acercaba al área rival. Los galos, parecían dar por válido el empate. El once inicial de Francia invitaba a pensar que Deschamps estaba ya pensando en el partido de octavos de final.
Francia apretaba un poco más con el paso de los minutos pero lejos de mostrar su mejor versión. Hubo que esperar al minuto 33 para ver la primera gran ocasión de la selección gala. Recorte habilidoso y disparo con la derecha de Dembelé que se marchaba ligeramente desviado.
En el minuto 39 llegaba la primera ocasión de Griezmann. El delantero del Atlético de Madrid quiso probar al portero danés con un fuerte disparo desde fuera del área pero el guardameta lo detuvo sin problemas. La última ocasión de la primera parte fue para Griezmann. El francés montó la contra tras un saque de esquina de Dinamarca pero fue cazado antes de llegar al área. El colegiado pitó y no dejó sacar la falta.
El segundo tiempo fue incluso más aburrido. Amabas selecciones no jugaban a nada y hacían muy pocos méritos para intentar marcar gol. Incluso hubo un momento en el que los jugadores daneses casi paran el partido para ver si estaba bien Giroud, que había recibido un golpe. Ambos equipos parecían querer pasar como segunda de grupo e ir así por el lado del cuadro más asequible.
En el minuto 69, segundos después de entrar al campo, Nabil Fekir tuvo una gran ocasión. Su fuerte disparo rozó la cruceta. El partido tuvo tan poco juego que en los últimos minutos los aficionados que estaban congregados en el estadio dedicaron una sonora pitada tanto a Francia como a Dinamarca. Finalmente el partido acabó con el cero a cero en el marcador, primer partido con empate sin goles en todo lo que llevamos de Mundial de Rusia.
Análisis del partido
Partido soso, sin ninguna ocasión de peligro. Desde el inicio de partido ambos equipos mostraron sus pocas ganas de llevarse el partido y es que quedar segunda era mucho más atractivo de cara a estar en el lado más asequible del cuadro en los enfrentamientos eliminatorios.