La doble cara del ruido mediático

  • En una desaparición, los medios de comunicación ayudan a difundir pero en ocasiones también suponen demasiada exposición

  • Disfruta en Amazon Prime Video de todos los capítulos de ‘Desaparecidos. La serie’

Como ya comentábamos en publicaciones anteriores, las primeras horas de una desaparición son vitales para encontrar a la persona en paradero desconocido sana y salva. Para esto, es indispensable la colaboración ciudadana y cualquier pista -por pequeña que sea- es bienvenida, por lo que la difusión de las imágenes del desaparecido es imprescindible.

Las redes sociales son las grandes aliadas para dar difusión a los casos de desapariciones, pero en ocasiones los grandes medios de comunicación comienzan a hacerse eco también de la noticia por la magnitud del caso. En este sentido, la exposición mediática es tremendamente favorable para dar con el paradero de la persona desaparecida, así como para utilizar los medios como una forma de despiste para los posibles culpables de la desaparición.

Cuando los medios de comunicación como la televisión entran en juego, las posibilidades de que alguien reconozca a la persona desaparecida o tenga información sobre su paradero se multiplican, pero también supone una elevada exposición pública de la familia. El caso se convierte en tema de conversación de todo el mundo, lo que por un lado significa que la búsqueda se extiende y da lugar a un aluvión de mensajes de apoyo, como por ejemplo sucedió con el pequeño Gabriel y la marea de dibujos de pececitos; pero también, y como ocurre con todo, dicha exposición provoca otro tipo de respuestas no tan acertadas o positivas.

Tal y como muestra uno de los casos de ‘Desaparecidos. La serie’, disponible en Amazon Prime Video, la exposición mediática puede suponer un agobio para la familia, sobrepasándose en algunos casos los límites de su intimidad. No obstante, siempre es positivo contar con la máxima exposición y difusión posible, para poder encontrar a la persona desparecida lo antes posible.