Después de que Lameda atropellase a Leila y acabase con la vida de su futuro hijo, Faruq se lo pensó dos veces a la hora de asesinarle. Su hijo, dolido y triste por la muerte de su padre acude en busca de vengaza. Pero sus planes se tuercen y el narcotraficante le deja muy claro que tiene que abandonar Ceuta en las próximas horas.

