Aunque el plazo se agota, Artur Mas no pierde la esperanza de ser investido. A la desesperada ofrece a Junqueras un papel protagonista en el Gobierno en funciones hasta las elecciones de marzo, pero el líder de ERC lo ha rechazado. A pesar de eso, Mas ha reconocido que mantiene la esperanza en un pacto de última hora y está enganchado a su móvil en los pasillos y dentro del salón del plenos del Parlament.