Belén Ordóñez no levanta cabeza. Desde que muriera Carmina, su estado de salud ha ido empeorando e incluso llegó a ser . ingresada junto a su hija en la clínica López Ibor

Si hace unos días, Belén se dejaba ver en silla de ruedas porque apenas puede andar, ahora su confidente, Mamén Rodríguez explica en la revista Sálvame que la hermana de la divina atraviesa un momento muy duro y no tiene ganas de seguir adelante. "Belén Ordóñez no quiere vivir", asegura su persona de confianza.

Su hija ya no vive con ella

A sus problemas físicos y el dolor insuperable que siente desde que muriera Carmina, en los últimos meses Belén ha visto como su hija ha dejado el hogar familiar para iniciar una nueva vida en Madrid. Según ha revelado Marisa Martín Blázquez esta ausencia ha hecho mella en su ánimo.