Ana Julia Quezada, ingresada en prisión preventiva por el asesinato de Gabriel, sigue siendo investigada por la muerte de su hija biológica en 1996 al caer por la ventana de un séptimo piso. Su exmarido la defiende contando que encontró una mesita pegada a la mesa y que cuando Ana Julia se enteró sufrió un ataque de ansiedad. Sin embargo, su tío asegura que cada vez que contaba la historia lo hacía de una manera diferente.