"Un año después seguimos en pleno proceso de terapia porque es un proceso realmente complicado. Podemos tardar más de un año y medio en admitir lo que ha pasado, pero luego hay que trabajar con la ansiedad, el pánico... Volver al sitio en el que sucedió todo tiene que estar muy controlado. En este tipo de tragedia, el tiempo no cura si no recibimos la ayuda adecuada. La memoria, la dignidad y la justicia son indispensables para la recuperación de una víctima