El asesino confeso de la zamorana Laura Luelmo ha cambiado su versión de los hechos. "No quiero quedar como un asesino y un violador de una chica de la edad de mi hija", le ha comentado unos funcionarios de la cárcel de Morón de la Frontera, donde continúa en régimen de aislamiento. Acusa a su exnovia Josefa, a la que conoció en la prisión de Puerto III, de matar a la profesora de 26 años con un martillo. “Tras meditarlo en mis horas de soledad he decidido cambiar mi versión porque no me voy a comer el marrón de Josefa”, habría comentado. Según esta nueva versión, el asesino explica que coincidieron los tres en la misma casa de El Campillo (Huelva) y que fue su ex la que golpeó a Laura Luelmo con un martillo.