Los vecinos de un bloque de viviendas de la calle Soria de Avilés llevan 30 años recibiendo insultos y amenazas de una madre y un hijo que les están haciendo pasar por un auténtico infierno. La situación es tan grave que los vecinos de la planta superior han tenido que abandonar sus casas y una vecina está de baja por estrés y su hijo de tres años recibe ayuda psicológica. “Te escupen y te graban haciendo gestos mientras te provocan”, dice un vecino.