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Con Isabel Pantoja, pero sin los hermanos varones de Kiko Rivera, el bautizo de la pequeña Ana Rivera Rosales se convirtió en una gran fiesta que terminó a la una y media de la madrugada, hora en la que Kiko Rivera se convirtió en más rezagado a la hora de abandonar el restaurante. Con un menú basado en jamón, arroz y solomillo, los invitados pudieron disfrutar de barra libre y música hasta altas horas de la madrugada. La sorpresa del día la protagonizó Kiko, que le pidió matrimonio a Irene Rosales delante de los allí presentes. Sólo una persona se perdió este momentazo, Isabel Pantoja que todavía no había entrado al evento.















