Medio centenar de guardias civiles participan en el operativo de la búsqueda de Nuria Escalante, desaparecida el 31 de octubre en Ibiza. San Antonio es el principal objetivo de las búsquedas, donde se ha producido un rastreo cerca de la zona del camping con la ayuda de un perro especializado en la búsqueda de desaparecidos. Los principales lugares de búsqueda son descampados, casas vacías abandonadas y pozos.
Casi un mes después de la desaparición de esta madre alicantina de 52 años, la Guardia Civil ha detenido a cuatro personas. Las detenciones se han producido en dos casas okupas, una situada en la calle Pablo Picasso y otra en una casa okupa donde han aparecido restos de sangre que podrían pertenecer a Nuria Escalante. Un equipo de este programa ha localizado estas dos casas okupas y ha hablado con el dueño de un establecimiento que conocía a uno de los detenidos.
Aaron, uno de los dos hijos de Nuria Escalante, puso la denuncia de desaparición el pasado 31 de octubre tras llevar varios días sin poder contactar con ella. "La última vez que hablé con ella fue el 29 de octubre y a partir del 30 tenía el teléfono apagado", comenta en 'AR'. Además, asegura que su madre fue a buscar trabajo y que se quedaba en casa de un conocido, que asegura que se fue de su casa y se llevó sus pertenencias.
Durante la entrevista, el hijo de la mujer desaparecida asegura que habló con uno de los detenidos, conocido de su madre. "Ella conocía a uno de los detenidos desde hace tiempo. Se hablaban por teléfono y por WhatsApp de vez en cuando", explica. Además, asegura que él mismo preguntó por su madre a este hombre detenido cuando no tenía noticias sobre su madre. "Le pregunté si sabía algo de ella y me dijo que no", comenta.