La desesperada situación de una pareja: una amiga okupa su casa y les denuncia

  • Miguel y Nuria han perdido el trabajo y necesitan volver al domicilio familiar

  • La okupa vive con su pareja: "Tienen un coche nuevo y una moto de alta cilindrada"

  • Todo empezó como un favor a una amiga y acabó en una pesadilla de okupa

La historia de okupación ocurrida en Vigo es insólita. Miguel y Nuria hicieron un favor a una amiga dejándole su segunda vivienda a una amiga que atravesaba momentos económicos duros. La inquilina estaba gratis hasta que, pasado año y medio, y con la pareja sin trabajo, se ha negado a pagar un alquiler o devolver la propiedad a sus conocido.

Todo empezó como un favor y acabó como una pesadilla. La pareja dejó con buena voluntad su segunda casa para que su amiga tuviera un techo donde vivir, sin pedirle un céntimo hasta que se recuperase. Sin embargo, tras la pandemia, la pareja se ha quedado sin trabajo y le ruega a la conocida que le devuelva su hogar para evitar pagar "más alquiler, comunidad, etc...".

La casa es de la familia de Miguel y se encuentra, desde que vive esta señora, en unas condiciones pésimas. El jardín está destruido, tiene las ventanas rotas y el chico confiesa resignado que "los muebles de mi familia están podridos, están arruinando el pasado y presente de mi familia". Por si fuera poco, la okupa ha cambiado la cerradura y les ha dejado claro a sus ex amigos que "se niega a marcharse o pagar un alquiler".

"Pasó de ser una persona a la que le dimos cobijo a ser una okupa", explica Nuria muy decepcionada. La mujer vive con su pareja, que sí tiene trabajo, por lo que reciben unos ingresos con los que podrían pagar, al menos, los 300 euros que le reclaman de alquiler: "Su pareja sí trabaja, es instalador de wifi".

Por otro lado, su nivel de vida tampoco se queda atrás. Miguel declara que la pareja que okupa su vivienda familiar "tiene un coche nuevo, una moto de alta cilindrada... ¡les va bien!". Los afectados están destrozados y quieren que esta situación se solucione cuanto antes porque no reciben ingresos y "donde nosotros vivimos es mucho más caro".

Denuncia

Por si fuera poco, la okupa ha demandado a Miguel por amenazas cuando intentó recuperar su propiedad. El afectado, se defiende: "En el momento que vine aquí, a mi casa, y vi el estado del domicilio le dije que se fuera". Además, el entrevistado confiesa: "Dos días más tarde me llega que tengo una denuncia puesta por amenazas".

La okupa denuncia al propietario porque, supuestamente, él le dijo que iba a matar al perro o quemar el coche. Miguel, lejos de darle la razón, desmiente categóricamente a la mujer y aclara que "no me dirigí nunca a ella ni a su pareja, estuvo aquí la policía conmigo".

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