Madeleine McCann desapareció la tarde del jueves 3 de mayo de 2007 . La niña inglesa, de entonces tres años de edad, estaba de vacaciones con sus padres y hermanos en un hotel de Praia da Luz, en el Algarve, Portugal. Los días previos a su desaparición, Gerry y Kate estuvieron muy pendientes de mantener las cortinas bajadas y las ventanas cerradas. Así mismo, entre todos los amigos, habían llegado al acuerdo de mantener vigilados entre todos a los niños.
Los días previos
Dos días antes de la desaparición dos trabajadores entraron a reparar las persianas de la habitación y la ventana, tal y como relataban los padres de la pequeña desaparecida.
Un dato significativo se produce el día antes cuando Maddie les reprocha haber llorado la noche anterior y que sus padres no acudieran. Gerry y Kate preocupados le preguntaron porqué había llorado, pero la niña no respondió. "Mientras desayunábamos Maddie dijo: Mamá, ¿Por qué no viniste cuando llorábamos ayer por la noche? (...) Gerry y yo lo hablamos un par de minutos y decidimos vigilar más a los niños por la noche".
El día transcurrió con normalidad. Durante la tarde fue Kate la que se encargó de Maddie y los gemelos. "Cuando llegué al apartamento me sorprendió que Kate se había ocupado de los niños y hasta los había duchado. Me senté con los niños y les leí un cuento", declaraba Gerry. Por tanto, solo tuvieron que acostar a los niños, tras lo que se tomaron un par de vinos y una cerveza en el salón, y se dirigieron al lugar donde habían quedado para cenar.
"No revisamos la seguridad de la ventana asumiendo que todo estaba bien con la persiana bajada, la ventana cerrada y las cortinas corridas", declaraba Gerry.
La cena
A las 20:35 horas llegan al 'Tapas Bar', donde había quedado con sus amigos. Gerry elige un asiento desde el que puede ver su apartamento, preocupado por las palabras de Maddie durante el desayuno de ese mismo día.
El primero en revisar el estado de los niños fue el propio Gerry. "Note que el ángulo de la puerta había cambiado y que estaba abierta unos 45º (..) tal vez Maddie se había despertado y salido de la habitación. Miré de refilón en nuestra habitación pero ví que Maddie no estaba (...). Abrí la puerta 60º, miré a la izquierda y vi a Maddie dormida". 1
Todo había quedado en un susto. De regreso al restaurante Gerry se encuentra con otro huésped con el que conversa unos cinco minutos. En ese tiempo, una amiga de los McCain abandona el restaurante para ver a sus hijas, y relata como vio a un hombre con un niño entre sus brazos a unos metros del apartamento. "Yo fui cinco minutos después y cuando subía hacia los apartamentos vi a Gerry hablando con otro huésped. A unos 20 metros de la intersección ví a un hombre con un niño en sus brazos (...) asumí que era el padre. No fui a los otros apartamentos porque Gerry ya lo acababa de hacer y regresé".2
Kate tenía que haber sido la siguiente en ver a los niños, pero es un amigo de la familia quien se ofrece."Fui a ver el apartamento de Kate y Gerry. No noté si la persiana estaba subida o no (..). Vi la puerta de los niños parcialmente abierta. No entré dentro de la habitación. Vi las cortinas cerradas, y estoy seguro de ello ya que hubiese notado el movimiento (..). No entré a ver si estaba Maddie. Regresé al Tapas bar y le dije a Kate que todo estaba bien".
A las nueve y media de la noche, por tanto, no se sabe con certeza que Maddie estuviera dentro de la habitación, pero como solo había pasado media hora desde que Gerry había visto a Maddie durmiendo, se presupone que se encuentra dormida y en buen estado.
La siguiente en visitar la habitación sería Kate, con la triste sorpresa de que su hija ya no se encuentra en el dormitorio.
La misteriosa desaparición
"Cuando fui a ver a Maddie me di cuenta de que no estaba, Miré en todo el apartamento, regresé a la habitación de los niños y en ese momento vi las cortinas moverse hacia mi dejando visible que la persiana estaba abierta hacia arriba. Fui hacia la ventana y abrí las cortinas para ver si había escalado por ahí pero no vi ni rastro de ella. No se si cerré o no la ventana en ese momento." , relata la madre de Maddie. "En shock corrí al Tapas Bar y grité a Gerry: "Maddie no está, alguien se la ha llevado".
3 En ese instante todos salieron corriendo a buscar a la pequeña. "Cuando vino Kate corriendo y dijo: Maddie no está, alguien se la ha llevado", pensé que no podía ser y corrí al apartamento por el mismo camino de siempre. Mire por todas partes, volví al cuarto de los niños y empecé a pensar lo que podía haber pasado. Para mi sorpresa me di cuenta de que podía levantar la persiana sin esfuerzo y casi sin ruido. Cuando entré vi que la cama de Maddie casi estaba intacta. La parte del rincón de fuera de las sabanas estaba un poco girado el cojín, el peluche rosa y el trozo de manta suyo estaba casi en el mismo sitio que lo vi la última vez".
Tras comprobar que la niña había desaparecido, fue un amigo el que telefoneó inmediatamente a la policía portuguesa, dejando claro que no esperaron 45 minutos tal y como apuntaban algunas especulaciones.