Las declaraciones de Iván Pardo contando cómo torturó hasta la muerte a su sobrina Naiara

telecinco.es 27/03/2018 11:00

“Le pegué con los puños un poco fuerte en la cabeza, cogí una raqueta eléctrica caza-insectos y se la puse a la cría para darle pequeños calambres”. Así comienza el aterrador testimonio de Iván Pardo sobre las torturas a las que sometió a su sobrina Naiara durante horas hasta que falleció en un piso de Sabiñánigo, Huesca, el pasado mes de julio.

En el espeluznante castigo mortal a la niña de ocho años, asesinada a golpes, el agresor cuenta cómo ató a la niña de pies y manos con unos grilletes, la golpeó en la plantas de los pies con un cinturón y la tuvo arrodillada durante horas en una caja llena de grava. Además, confiesa que metió un calcetín en la boca de la niña para que no chillase. "Mi intención no era esa", decía en repetidas ocasiones sollozando al ser preguntado por la trágica muerte de la menor.

Iván Pardo relata que cometió estas torturas porque la pequeña Naiara no se había aprendido la lección. "La zarandeé de los pelos y fue entonces cuando se desmayo", afirma. Además, explica cómo intentó reanimar a la menor tras perder el conocimiento y pidió a sus 'primastras', de 15 y 12 años, que cerraran las ventanas para que no se escuchara "el jaleo".

En la segunda parte de la declaración de Iván Pardo ante el juez, a la que 'El programa de Ana Rosa' ha tenido acceso, el agresor relata cómo intentó que la niña recuperara la consciencia y, al notar que dejaba de respirar, intentó reanimarla sobre una cama. Además, el agresor confiesa ante el juez que dio instrucciones a las 'primastras' de la niña para que dijeran a los médicos y la policía que Naiara se había caído por unas escaleras.

El forense José Miguel Gaona ha hecho hincapié en el plató de 'AR' de que los malos tratos cometidos por Iván Pardo duraron horas y estuvieron metódicamente organizados. Según Gaona, Pardo manipuló el cazainsectos eléctrico pelando un cable y convirtiéndolo en un arma de tortura. Gaona explica que además de la tortura física, Naiara fue sometida a una tortura psicológica. "Cuando Iván Pardo comenta que Naiara solo podía decir la palabra "hola" es por una disociación en la que conciencia sale de la persona e intenta protegerse. Es algo que sucede en casos de violación o de extrema brutalidad", ha comentado el colaborador de 'AR'.