Este programa muestra en exclusiva las llamadas en las que Raúl, el presunto asesino de Romina Celeste, explica a un familiar cómo se deshizo del cuerpo de su mujer, en Lanzarote. Días después del crimen, Raúl le confiesa a un primo cómo descuartizó y quemó el cadáver de Romina, aunque asegura que ella murió de una sobredosis en la nochevieja de 2018.
"No sé si contártelo a ti te va a perjudicar", dice Raúl a su interlocutor en la segunda parte de la llamada. Sabía que la conversación podía estar grabada y advierte a su primo. En la llamada, apenas unos minutos antes de su detención, el presunto asesino de Romina Celeste parece aparentemente tranquilo y mide sus palabras al milímetro. Confiesa su versión de la muerte de Romina y también sus miedos. "Para mí va a ser duro, pero para la familia va a ser peor todavía", dice.
Raúl explica cómo llevaba dos semanas fingiendo y mintiendo cuando la familia de Romina le preguntaba por ella. "La noche del 4 hice el paripé de ir a ver si alguien la había visto en el sitio donde ella había trabajado", cuenta. Posteriormente, explica con detalle cómo se deshizo del cuerpo de Romina: "Todo me parecía que habnía sido un sueño absurdo, pero no".
Ese mismo familiar es el que da la voz de alarma y Raúl es detenido momentos más tarde por un crimen del que se sigue declarando inocente.