Cuando Antonio Ortiz se siente perseguido por la policía, Antonio Ortiz se marcha a Santander. Desde allí llama a su gimnasio para que no le cobren el gimnasio, a su novia y a su tío, con el que mantiene una tensa discusión. Tras esto, llama a su amigo Nacho para quejarse de su tío y su madre, que le ha cerrado las puertas de su casa.