Una comunidad, desesperada por un vecino conflictivo: tira cristales a la piscina, quema trasteros y les amenaza

  • Su primera intervención es tajante: “Estamos pasando el peor verano de nuestras vidas"

  • Se muestran imágenes de la piscina llena de manteca de cerdo y de aceite, el vecino afirma que “los niños están desolados por no poder bañarse”

  • Una mujer de los vecinos indeseados: “Mi hijo estuvo haciendo chapuzas y arreglos por mediación pedida por el antiguo presidente, el arreglaba una puerta, arreglaba el motor de la piscina y dijo que dejaba de trabajar porque no ganaba nada”

‘El programa del verano’ se dirige a Guadarrama, Madrid, para hablar con unos vecinos que están sufriendo un ataque en su comunidad. Un hombre, presuntamente, tira aceite y cristales a la piscina, quema trasteros y les amenaza con notas manuscritas.

La entrevista a un vecino

Tras mostrar un reportaje con todos los desperfectos causados por este vecino indeseado, entrevistamos a Ricardo, vecino de esta comunidad. Su primera intervención es tajante: “Estamos pasando el peor verano de nuestras vidas, no podemos disfrutar de la piscina con estas temperaturas, hay señores mayores que están sufriendo”. Además de esto, relata: “Se vive con temor, hay gente que no duerme, hay vecinos medicados, al menor ruido nos tememos peor, ha amenazado con quemar todo el edificio”.

El entrevistado sigue contando todo lo que sufren: “La semana antepasada nos tiró una litrona, tuvimos que reparar un cristal. Estamos en proceso de denuncias, hemos puesto un sistema de seguridad que ellos mismos dañan”. Además, podemos ver las imágenes de la piscina llena de manteca de cerdo y de aceite: "Los niños están desolados por no poder bañarse”, asegura. Por último, el entrevistado afirma que “el casero respalda a este vecino y dice que estamos todos en contra de él”.

El testimonio de los vecinos indeseados

'El programa del verano' visita al presunto culpable de estas fechoría, pero la que habla es su madre: “Mi hijo estuvo haciendo chapuzas y arreglos por mediación pedida por el antiguo presidente, el arreglaba una puerta, arreglaba el motor de la piscina y dijo que dejaba de trabajar porque no ganaba nada”. Cuando es preguntada por el miedo de los vecinos, responde enfadada: “Aquí hay una cámara que da a mi puerta y cuando la abro enfoca a todo mi pasillo, negamos todas las acusaciones, nos tienen que dejar en paz”.

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