La policía ha encontrado tres huellas en el cadáver de Mohamed, el niño asesinado en Ceuta de forma violenta, las cuales está investigando para tratar de encontrar al culpable o culpables de este brutal asesinado.
La autopsia del niño de ocho años encontrado muerto en un descampado revela que el pequeño sufrió una violencia extrema antes de morir. Tras intentar reconstruir lo que pudo pasar en la tarde de su desaparición, ahora los agentes se centran en su entorno más íntimo y cercano.
Para ello, están investigando qué le pudo haber ocurrido al niño de ocho años en los últimos días, las últimas semanas e incluso los últimos meses de vida. Y es que la violencia desmedida que la autopsia reflejó en el cuerpo del pequeño, con golpes por todo el cuerpo y muchos de ellos concentrados en la cabeza y en el rostro, tiene una motivación.
Los padres de Mohamed Abdeselam denunciaron su desaparición en la noche del domingo 18 de diciembre, después de que su hijo fuese a jugar un partido de fútbol con sus amigos y no volver a casa. Al día siguiente, la policía encontró el cuerpo del menor semidesnudo y herido en un terraplén cercano a la casa de la familia. Varios vecinos han asegurado haber visto a un hombre que merodeaba por la barriada, del que añaden que entró y salió varias veces de un coche