Mes y medio después de la desaparición de su hija, Alejandro ofrece una recompensa de 30.000 euros para aquella persona que le facilite información que le permita encontrar a Malén. "Esta es la manera de que alguien nos diga donde está", ha dicho el padre de la menor, que con esto no pretende interferir el trabajo de los investigadores sino conseguir información fiable sobre el paradero de su hija.