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Liberan a una joven de 15 años en Carabanchel, secuestrada, amordazada, atada con cables a una silla y en un local con la música a todo volumen. En 'El programa del verano' uno de los protagonistas de la historia, testigo de cómo se llevaban a la chica y amenazado por la misma persona, nos cuenta los detalles del suceso.
Rubén, testigo de lo sucedido, relata cómo estaba junto a la joven y otro amigo, cuando el presunto secuestrador llegó, amenazó a la chica y fueron a un local: "Cerró la puerta y no supimos nada hasta que llegaron nueve coches de policía y dos ambulancias".
Los agentes de la Policía Nacional llegaron a tiempo, el presunto secuestrador tenía todo tipo de herramientas que podría haber usado contra la menor.
El motivo, según Rubén, es que este hombre acusa a la menor de haberle robado un ordenador "porque vio a la niña a las cinco y pico de la mañana". La amenazó delante de sus ojos, a plena luz del día y después "me amenazó a mí, primero tú y luego el Rubén". El testigo confiesa que la amenaza era: "Va a cobrar ella y luego yo".
Rubén, hasta donde él sabe, el ordenador contiene "presuntamente 12 años de su trabajo". Explica que "se dedicaba a pinchar en los garitos" y que en su ordenador guardaba toda la música.
El secuestrador dice a la policía que se tomó la justicia por su mano y señala a Rubén y a la joven como autores del robo. Pero el testigo niega que esto sea verdad: "Yo a esa hora estaba en mi casa durmiendo". La policía ha interpuesto una denuncia por el secuestro, pero Rubén ha decidido no denunciar la amenaza.
Testigo y presunto secuestrador se conocían de vista, en su opinión "parecía una buena persona". Rubén comenta que no hay ninguna relación entre los cuatro, el agresor simplemente es "un conocido del barrio, que muchas veces, en el chino donde paro yo, tomamos unas cervecitas y nos fumamos un par de porros y poco más".
En cuanto a su relación con la chica, el testigo detalla que la conocen del barrio. No sabe el estado en el que se encuentra, pero considera que no estará con su familia, "con la familia no está, tiene orden de alejamiento contra los padres".
Dani Montero, periodista de investigación, comenta en plató que ahora hay que determinar si era una simple amenaza o si "de verdad tenía intención de materializar la amenaza de alguna manera".
El abogado Marcos García Montes, explica las posibles condenas a las que podría enfrentarse el presunto secuestrador. La detención ilegal de una menor tiene penas de seis a diez años, "si hay condición, sino una pena de entre cuatro a ocho años". Además, "hay un delito de amenazas graves y de tentativa de homicidio". Por el momento sigue detenido, pero lo "normal es que el juez decrete prisión provisional", según García Montes.