Las lujosas fiestas de la falsa hija del rey emérito: un testigo desvela todos los detalles
Así fue la fiesta por el bautizo de sus perros: un gran banquete con actuaciones musicales
Ana María estafó más de 4 millones de euros a cientos de personas
Cristian, trabajador y testigo de las fiestas, asegura que solo iban personas muy cercanas a ella
Las fiestas de la falsa hija del rey emérito, que estafó hasta 4 millones de euros a cientos de personas, han vuelto a ser noticia, el programa ha accedido en exclusiva a las imágenes del bautizo de sus perros, un gran evento en el que no faltaba detalle. Ana María, la estafadora, se convertía en el epicentro de todas las miradas de todos sus invitados. Además, ha estado en directo para conocer más detalles de estas celebraciones Cristian, que trabajó con ella y asistió a algunas de ellas.
El menú y la asistencia a estas lujosas fiestas de la falsa hija del rey
La asistencia a estas fiestas era obligatoria, la mesa estaba completamente decorada y el menú era digno de un restaurante de categoría: jamón ibérico, ostras, pulpo, solomillo y platos gourmets, entre otras muchas cosas. Una vida llena de lujos que ha detallado este testigo: "Las fiestas eran a todo lujo, a todo nivel, había que ir si o si". Este hombre explica su función como trabajador de Ana María: "Entré en mantenimiento de las casas de ella, pero enseguida pasé a cuidar al esposo, el hombre sufrió un infarto celebrar y yo empecé a cuidarlo junto a mi señora. Solamente para el esposo de ella éramos 8 personas trabajando".
La estafadora elegía e incluso compraba algunos de los vestidos que las mujeres llevaban a las celebraciones
Y da nuevos detalles sobre las fiestas: "Ponía de excusa lo que quisiera, aparentaba ante los ojos de todo el mundo que tenía mucho poder adquisitivo, eran mensuales". La gente que asistía: "Todo el personal de la casa, alrededor de 30 personas, o amigos de ella muy cercanos". Y donde se daba lugar a las celebraciones: "Se empezaba en la casa de ella, donde se celebraba con un coro rociero, venía la tuna y después se iba a la finca donde nos hacia un recibimiento a todos los invitados y luego aparecía ella junto a su esposo y a la gente cercana a ella". A los que exigía llevar etiqueta: "Ella elegía los vestidos de las mujeres, iba de compras con ella, compraba el vestido de muchas de las empleadas".
