Sale a la luz lo que el novio de Carmen Alcayde no soporta de ella: "Tiene esa manía"

Carmen Alcayde
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A Carmen Alcayde le brillan los ojos más que nunca y no solo por las lágrimas que inundan sus ojos en cada una de las galas de ‘Supervivientes’. El motivo de ese fulgor no es otro que el amor que siente por su novio, Charli, con el que tiene una relación sentimental desde hace casi dos años.

Un amor que nació en la oscuridad de una discoteca y que hoy en día ilumina la vida de la participante del reality show más extremo de Telecinco. Sin embargo, en su relación no todo es un camino de rosas y hay cosas que no les terminan de gustar al uno del otro. Descubrimos cuáles son esas manías que les sacan de quicio.

Lo que Charli no aguanta de Carmen Alcayde

Carmen Alcayde se sentó en el plató de ‘¡De viernes!’ en el año y presentó a su novio en sociedad. Llevaba varios meses con él y quería gritar a los cuatro vientos que estaba viviendo su mejor momento personal.

En el programa de Santi Acosta y Bea Archidona, el disc jockey y la presentadora contaron cómo se conocieron, de qué manera se habían tomado los hijos de ella que su madre estuviera con un chico más joven y otros secretos de la pareja.

Pero eso no fue todo. Los presentadores quisieron someterlos a un test de compatibilidad y, gracias a eso, descubrieron qué era lo que más nervioso le ponía al uno del otro. El primero en hablar fue Charli, quien dejó al descubierto aquello que le irritaba.

“Cuando vamos a cenar o a comer a un restaurante, tiene la manía de estar cambiándose de mesa constantemente”, declaró él. A lo que ella respondió: “Es que necesito iluminación, cono en los platós, estar bien y que no haya mucha gente ni poca”, declaró.

Una explicación que a él no le sirvió: “Es que tiene que ser la mesa perfecta”, algo que ella confirmó: “Cambio tres o cuatro veces de sitio”. Por su parte, Carmen Alcayde contó qué era lo que más nerviosa le ponía de su pareja.

Me hace rabiar con cosas que no pillo. No pillo su ironía y me hace mucho de rabiar y eso me pone muy nerviosa, pero también tiene gracia”, apuntó la tertuliana, dejando claro que esas pequeñas manías no restaban ni un ápice los sentimientos que tenían el uno por el otro.