Novedades del estado de Amalia de Holanda, operada de urgencia tras sufrir un accidente a caballo

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Amalia de Holanda. Cordon Press
  • La hija de los reyes Guillermo y Máxima de Holanda y heredera al trono se ha fracturado un brazo montando a caballo

  • La lesión ha afectado sus apariciones públicas, como la habitual sesión de fotos de verano junto a los reyes y sus hermanas

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La princesa Amalia de Holanda, heredera al trono de los Países Bajos, ha sufrido este pasado martes 10 de junio un grave accidente mientras montaba a caballo. Tal y como ha comunicado la Casa Real, la joven de 21 años se precipitó al suelo, fracturándose el brazo. Fue trasladada inmediatamente al hospital universitario UMC de Utrecht y, según han informado este miércoles, ya ha sido operada de urgencia.

Desde Palacio han trasladado novedades sobre su estado de salud, explicando que la cirugía "resultó satisfactoria" y que permanecerá en el UMC Utrecht en seguimiento hasta mañana. Se prevé que en las próximas horas compartan más información al respecto. "En cuanto se aclaren las posibles consecuencias para sus obligaciones oficiales y otras citas, se proporcionará más información", se lee en el comunicado.

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El rey Guillermo y Amalia de Holanda en una imagen de archivo.

Esta lesión afectará sus apariciones públicas, como la habitual sesión de fotos de verano del próximo jueves junto a los reyes Guillermo y Máxima y sus hermanas, Alexia y Ariane, que ha sido pospuesta para el 30 de junio. "La sesión de fotos de verano prevista para la mañana del jueves 12 de junio en el Palacio Huis ten Bosch se ha pospuesto al 30 de junio por este motivo", aseveran.

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Tras la operación, Amalia pasará por un periodo de reposo y rehabilitación. Aunque se suspendan sus compromisos, se cree que su recuperación tendrá buen pronóstico. Se espera que, en unos días, la Casa Real holandesa anuncie la fecha en la que podrá retomar la agenda sin riesgos.

Por su parte, la agenda de Máxima para este miércoles también se ha modificado, y no estará presente en el congreso del CGAP en Ámsterdam. Además, Guillermo acudirá a la inauguración del Festival de Holanda sin la reina.

Los sucesos que han marcado su vida

Aunque ahora la atención se centra en su recuperación, no se puede desligar este incidente del trasfondo que ha marcado la vida de Amalia en los últimos años. Desde 2020, Amalia ha vivido bajo la sombra de graves amenazas a su seguridad, primero por parte de un acosador y después por parte de una mafia neerlandesa conocida como Mocro Mafia.

Amalia de Holanda

Todo comenzó en 2020, cuando un exmilitar fue condenado por amenazar a la heredera al trono. Un momento sin duda de lo más angustioso para la Casa Real holandesa. Un juez aseguró que el hombre, de nombre Wouter G., le mandó varios mensajes de naturaleza "violenta, sexual y aterradora". El acoso comenzó en 2016, cuando Amalia tan solo tenía 13 años. El hombre llegó a colarse en la residencia en la que antes vivía la familia real holandesa, Villa Eikenhorst. Fue condenado a tres meses de prisión y a permanecer en una clínica de salud mental para recibir "tratamiento psiquiátrico obligatorio".

Dos años después, en 2022, los servicios de inteligencia descubrieron mensajes cifrados en los que se planteaba un secuestro o incluso un homicidio de la heredera. Se reforzó la seguridad en torno a la princesa, trasladándola de su residencia de estudiantes en Ámsterdam al Palacio de La Haya, bajo vigilancia constante.

Con la presión de esos riesgos, Amalia no pudo continuar su vida universitaria -estudiaba un programa multidisciplinario llamado PPLE, Política, Psicología, Derecho y Economía, en la Universidad de Ámsterdam- de forma normal. En sus propias palabras, explicó ante los medios: "Todavía lo estoy pasando muy mal. Echo de menos pasear por la calle, entrar en una tienda sin problemas".

Amalia de Holanda

Para recuperar cierta normalidad, en 2023 la princesa se mudó a Madrid, donde se matriculó en la Universidad de Ámsterdam, pero cursando desde España. Este traslado fue organizado con la colaboración del rey Felipe VI y la reina Letizia, quienes, junto con las autoridades españolas, ofrecieron un entorno seguro para Amalia. Permaneció durante un año en el país.

Durante su estancia en la capital madrileña, vivió discretamente protegida por la Policía Nacional, especialmente por la Brigada Central de Crimen Organizado y la SODE, con vigilancia las 24 horas, según trascendió. Madrid fue su refugio: aprendió a desenvolverse en español, paseó por la Milla de Oro, asistió a eventos con amigos, disfrutó de la Feria de Abril en Sevilla y participó en bodas y actos privados.

Fue tan trascendental su paso por la capital que el alcalde José Luis Martínez‑Almeida y el embajador neerlandés, Roel Nieuwenkamp, presidieron en noviembre del año pasado la inauguración de un jardín de tulipanes blancos y naranjas en la Plaza de Oriente, donado por Amalia en agradecimiento al acogimiento recibido.

Desde su regreso definitivo a Países Bajos, Amalia ha retomado su papel institucional como princesa de Orange, con asistencia progresiva a actos oficiales y formación dentro del Consejo de Estado. Sigue siendo vigilada, dado que el líder de la Mocro Mafia se fugó de la cárcel de España el año pasado y desde entonces sigue en busca y captura.