La conexión secreta entre lo que comes y la calidad de tu sueño

La alimentación te puede ayudar a disfrutar de un sueño reparador
La alimentación te puede ayudar a disfrutar de un sueño reparador
  • Nutricionistas y especialistas en sueño recomiendan prestar atención a lo que comemos como una de las formas más sencillas y efectivas de mejorar el descanso nocturno

  • Una dieta mediterránea rica en vegetales, frutas, granos integrales y pescados grasos también es capaz de mejorar la producción de melatonina y serotonina

  • ¿Sabías que la cúrcuma puede ser tu aliado contra la inflamación?

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El vínculo entre la alimentación y el sueño es mucho más profundo de lo que podríamos imaginar. En las últimas décadas la ciencia ha tratado de profundizar en cómo ciertos alimentos influyen directamente en la capacidad que tiene nuestro cuerpo para descansar adecuadamente. Aunque ya es bien sabido que factores como el estrés o la exposición a luz azul antes de dormir pueden alterar los patrones de sueño, la dieta emerge como un factor clave y frecuentemente subestimado.

La dieta como catalizador de un sueño reparador

Diversos estudios han demostrado que la calidad de la dieta tiene un impacto significativo en la forma en que dormimos. Según el Dr. Francisco Segarra, especialista en medicina del sueño y coordinador de la Unidad de Patología del Sueño del Hospital Universitario General de Catalunya, una dieta equilibrada no solo mejora la salud en general, sino que también juega un papel crucial en la optimización del descanso nocturno. "Dormir bien es tan importante para la salud como llevar una dieta equilibrada o hacer ejercicio", afirma Segarra.

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Este enfoque es respaldado por investigaciones, como la titulada 'Asociación entre dieta y calidad del sueño: una revisión sistemática', que sugieren que una dieta mediterránea rica en vegetales, frutas, granos integrales y pescados grasos no solo contribuye a reducir la inflamación, sino que también es capaz de mejorar la producción de melatonina y serotonina, dos hormonas esenciales para el ciclo del sueño.

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Alimentos que te ayudan a tener un sueño saludable

Son varios los alimentos concretos que han sido identificados como promotores del sueño debido a su contenido nutricional. Los más recomendados por los expertos serían los siguientes:

  • Leche y productos lácteos: Contienen triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina y la melatonina, que facilita la conciliación del sueño.
  • Pescado graso: El salmón, el atún y las sardinas son ricos en ácidos grasos omega-3 y vitamina D, ambos esenciales para regular los ciclos de sueño.
  • Kiwi: Un estudio reveló que el consumo de kiwis antes de dormir mejoraba tanto la duración como la calidad del sueño en personas con problemas para descansar.
  • Zumo de guindas: Tiene un alto contenido de melatonina, un antioxidante importante para regular los ciclos del sueño.
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Por otro lado, Mari Carmen Ramírez, nutricionista especializada, explica que los carbohidratos complejos, como los que se encuentran en el arroz integral y la avena, favorecen la producción de serotonina y melatonina, lo que ayuda a regular los ritmos circadianos. Además, los alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas del grupo B, como sería el caso de las nueces y los plátanos, también están recomendados para mejorar la calidad del descanso.

Alimentos y hábitos que debes evitar para dormir mejor

Así como algunos alimentos pueden ayudarte a descansar mejor, otros pueden tener el efecto contrario. Las comidas copiosas y ricas en grasas saturadas antes de dormir pueden causar una digestión lenta y dificultar el sueño. Además, el consumo excesivo de azúcares y carbohidratos refinados se ha vinculado con un aumento en los despertares nocturnos y una menor cantidad de sueño profundo.

El alcohol es otro de los grandes enemigos del sueño reparador. Si bien puede ayudar a conciliar el sueño inicialmente, interfiere con las fases más profundas del descanso, lo que conduce a despertares frecuentes y una sensación de fatiga al día siguiente. La cafeína, por supuesto, es otro culpable bien conocido: incluso si se consume varias horas antes de dormir, puede inhibir la liberación de melatonina y retrasar el inicio del sueño.

Cómo funciona la cafeína y cómo afecta a nuestro sueño

En cuanto a los hábitos, los expertos coinciden en que realizar pequeños ajustes en la dieta puede tener un impacto considerable en la calidad del sueño. Entre las costumbres que conviene adoptar en este sentido estaría evitar las cenas pesadas, optando por comidas ligeras y fáciles de digerir al menos dos horas antes de acostarte. El pescado a la plancha con una guarnición de verduras es una excelente opción para la cena.

También es conveniente incluir en nuestra dieta además de los lácteos, las nueces, el pavo y los plátanos, que son fuentes ricas en triptófano, un aminoácido esencial para la producción de melatonina. Además también hay que recordar la importancia de la hidratación durante el día, equilibrándola con la necesidad de no interrumpir el sueño para ir al baño. Es decir, que no consumas demasiada agua antes de acostarte. 

La alimentación y el sueño están profundamente interconectados. Una dieta rica en nutrientes, con énfasis en alimentos integrales y frescos, puede no solo mejorar la salud general, sino también optimizar la calidad del descanso. Nutricionistas y especialistas en sueño recomiendan prestar atención a lo que comemos como una de las formas más sencillas y efectivas de mejorar el descanso nocturno y, por ende, nuestra calidad de vida.

Adoptar estos hábitos alimenticios no solo promueve un sueño reparador, sino que también previene enfermedades crónicas asociadas con la falta de descanso adecuado. Recuerda: lo que comes hoy afecta cómo duermes esta noche.

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