El alimento que equilibra las hormonas y mejora la piel

La versatilidad del aguacate no solo lo hace apetecible sino también una opción sana y sostenible
El guacamole puede sumar los beneficios del aguacate a los de otros ingredientes que incorpore a su receta
La famosa receta de guacamole de Eva Longoria frente a la de Dani García: "Quienes le ponen ajo están locos"
En un contexto gastronómico saturado por modas pasajeras y superalimentos exóticos hay excepciones que se erigen no solo como una opción deliciosa, sino también accesible. Es tradicional de latinoamericana, pero cada día gana más adeptos en todas partes del mundo gracias a sus extraordinarias propiedades para la salud: el guacamole. Más allá de ser una receta popular y versátil en las cocinas de México y América Latina, son diversos los estudios y expertos en nutrición que no dudan en resaltar su potencial para equilibrar las hormonas y mejorar notablemente la calidad de la piel.
Los múltiples beneficios del aguacate
La base principal del guacamole, el aguacate, es especialmente rico en grasas monoinsaturadas, entre ellas el ácido oleico, crucial para la síntesis de hormonas sexuales como el estrógeno y la progesterona. Según la nutricionista Cristina Pousa, estas grasas “actúan como precursores hormonales naturales, facilitando la producción y regulación de estas sustancias esenciales para el organismo”.
De la misma manera, el aguacate posee beta-sitosterol, un compuesto reconocido por su capacidad para modular los niveles de cortisol, la llamada hormona del estrés, favoreciendo así un estado hormonal equilibrado y un menor impacto del estrés en el cuerpo.
En cuanto a los beneficios para la piel, desde tiempos antiguos, el aguacate ha sido de lo más apreciado no solo por su delicioso sabor sino también por esta faceta. Sus altas concentraciones de vitaminas A, D y E proporcionan antioxidantes vitales que protegen contra los radicales libres, agentes responsables del envejecimiento prematuro.
En este sentido, la farmacéutica y especialista en dermocosmética Silvia Martínez sostiene que “los ácidos grasos esenciales presentes en el aguacate fortalecen la barrera cutánea”, con ello previenen la pérdida de humedad y protegen la piel de agresiones ambientales, resultando en una epidermis más suave, flexible y luminosa.
Además de su contribución al equilibrio hormonal, los antioxidantes del aguacate, como el glutatión, tienen poderosas propiedades antiinflamatorias. Según diversas investigaciones, reducir la inflamación sistémica es clave para mejorar la salud hormonal, ya que la inflamación crónica puede alterar la producción y función hormonal adecuada. Por otra parte, una reducción de la inflamación contribuye directamente a una piel más sana, al disminuir problemas como el acné, eccemas y otras afecciones inflamatorias cutáneas.

La receta perfecta para potenciar sus efectos
Preparar guacamole potencia los beneficios del aguacate al combinarlo con ingredientes igualmente valiosos desde el punto de vista nutricional. Tomates, cebollas y jugo de limón aportan vitamina C, licopeno y otros antioxidantes, que además de potenciar la absorción de nutrientes del aguacate, refuerzan sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
De esta manera, al consumir regularmente guacamole puede ser, por tanto, una estrategia eficaz y deliciosa para fortalecer la salud hormonal y dermatológica, según concluyen diferentes expertos en nutrición.
Ingredientes:
- 2 aguacates maduros (fuente de grasas monoinsaturadas y vitamina E)
- ½ cebolla morada, finamente picada (rico en antioxidantes)
- 1 tomate mediano, sin semillas y picado en cubos pequeños (aporte de licopeno y vitamina C)
- Zumo de 1 lima o limón (mejora la absorción de nutrientes y conserva el color)
- 1 cucharada de cilantro fresco picado (opcional, propiedades digestivas y antioxidantes)
- Sal marina al gusto
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra (aumenta los ácidos grasos monoinsaturados y el sabor)
- 1 pizca de cúrcuma o pimienta negra (opcional: potencian el efecto antiinflamatorio)
Preparación:
- Corta los aguacates por la mitad, quita el hueso y extrae la pulpa con una cuchara.
- En un bol, machaca el aguacate con un tenedor hasta obtener una textura cremosa pero con algunos trozos.
- Añade el tomate, la cebolla, el zumo de lima, el cilantro y la sal. Mezcla con suavidad para integrar los ingredientes.
- Incorpora un chorrito de aceite de oliva virgen extra para aumentar la untuosidad y potenciar la absorción de los antioxidantes liposolubles.
- Si lo deseas, añade una pizca de cúrcuma o pimienta negra para reforzar sus propiedades antiinflamatorias.
- Sirve inmediatamente, idealmente acompañado de bastones de zanahoria, pan de centeno o nachos integrales.
Incorporar guacamole a la rutina alimenticia no requiere de gran sofisticación. Es un plato que puede acompañar tostadas integrales al desayuno, sustituir a la mayonesa en bocadillos o ensaladas, o bien formar parte de un bowl nutritivo junto con legumbres, cereales y verduras de temporada. Esta versatilidad no solo lo hace apetecible sino también una opción sostenible, en la medida en que se utilicen aguacates de origen local o responsable. Cada cucharada de guacamole representa una apuesta por una alimentación más conectada con la tierra, rica en nutrientes y consciente del entorno.
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