Cinco dulces ricos a los que no te podrás resistir

Bartolillos de crema
Bartolillos de crema. RAG
  • España es tierra de dulces que, literalmente, llenan la boca con su textura, intensidad y generosidad

  • Bartolillos, casadielles, garroticos, papajotes, pantxineta... Y ninguno es un insulto

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España es tierra de dulces. De norte a sur y de este a oeste, cada región del país tiene su propia tradición repostera, repleta de sabores intensos y texturas que invitan a saborear con calma. Además, hay que tener en cuenta que no solo es variada y rica en historia, sino que también se caracteriza por su capacidad de ofrecer postres que, literalmente, llenan la boca con su textura, intensidad y generosidad. Estos dulces tradicionales, con raíces en las distintas regiones del país, son una verdadera muestra de la creatividad y el buen gusto en la gastronomía nacional. 

Bartolillos madrileños

Si paseas por el centro de Madrid es casi obligatorio detenerse en alguna pastelería para probar los bartolillos. Este postre tradicional, que data de hace más de un siglo, es una joya de la repostería madrileña que, lamentablemente, ha ido perdiendo protagonismo. Sin embargo, locales como la histórica Pastelería del Pozo, fundada en 1830, han mantenido viva esta tradición.

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Los bartolillos consisten en una fina masa rellena de crema pastelera, que se fríe hasta alcanzar un color dorado y una textura crujiente. Este contraste entre el exterior crujiente y el interior cremoso llena la boca con una explosión de sabores que evocan la nostalgia de la repostería casera. Es común acompañarlos con un café o un vino dulce, convirtiéndolos en un perfecto postre de sobremesa.

Casadielles asturianas

En Asturias la repostería no sería lo mismo sin las casadielles. Este dulce contundente y aromático es un imprescindible en cualquier celebración tradicional. Se trata de una masa fina, elaborada con harina, mantequilla y un toque de anís, que se rellena con una mezcla generosa de nuez molida, azúcar y más anís.

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Tras ser fritas hasta quedar crujientes, las casadielles se espolvorean con azúcar glas, ofreciendo un bocado que llena la boca con su textura y sabor intenso. Aunque tradicionalmente se preparan durante el Carnaval y la Navidad, hoy en día pueden encontrarse durante todo el año en muchas panaderías asturianas.

Casadielles

Garroticos de Pamplona

Si hay un dulce que representa a Pamplona ese es el garrotico. Pequeños pero intensos, estos rollos de hojaldre crujiente rellenos de crema de chocolate son una explosión de sabor en cada bocado. Fueron creados en los años 60 por la Pastelería Beatriz, que sigue siendo su principal embajadora. El hojaldre, dorado y ligero, envuelve una crema de chocolate que se deshace en la boca, creando una experiencia que es tan rica como nostálgica.

Los garroticos se han convertido en un dulce emblemático para habitantes locales y visitantes. Su sencillez y sabor los hacen perfectos para acompañar un café o como un antojo dulce para cualquier momento del día.

Garroticos

Papajotes jienenses

En Jaén los papajotes son uno de los dulces más queridos y tradicionales. Estos pequeños bocados, similares a los buñuelos, se preparan con una masa sencilla de harina, leche, huevo y azúcar, aromatizada con un toque de limón o anís. Se fríen hasta quedar dorados y crujientes por fuera, mientras que el interior permanece suave y esponjoso.

El toque final de los papajotes es una capa de azúcar y canela, que potencia su aroma y añade una textura ligera en la superficie. Este dulce, típico de las reuniones familiares y celebraciones, es ideal para compartir, y su contundencia asegura que cada bocado llene la boca con una sensación de calidez y sabor tradicional.

Papajotes

Pantxineta

La pantxineta es un postre que lleva décadas siendo el favorito de muchas familias. Su origen se sitúa en el País Vasco donde es común encontrarla en celebraciones y eventos especiales. Este postre está compuesto por una base de hojaldre rellena de crema pastelera y cubierta con almendras laminadas y azúcar glas.

La pantxineta destaca por su textura crujiente combinada con un relleno suave y dulce que literalmente llena la boca. Cada porción es un recordatorio de la riqueza de la repostería tradicional y su capacidad para sorprender con algo aparentemente sencillo. 

Pantxineta

Dulces que cuentan historias

Más allá de su sabor, estos cinco dulces representan tradiciones y recuerdos de un territorio pleno de cultura y gastronomía. Cada uno cuenta una historia: de recetas familiares transmitidas durante generaciones, de ingredientes locales que definen su carácter y de momentos compartidos en torno a una mesa.

Estos postres no solo llenan la boca, sino también el corazón de quienes los prueban. Para los amantes de lo dulce, España supone toda una ruta de sabores que no se pueden perder, y que garantiza momentos inolvidables en cada bocado.

Desde los crujientes bartolillos madrileños hasta las almendradas panellets catalanes, estos postres no solo llenan la boca, sino también el corazón de quienes los prueban. Si buscas una experiencia gastronómica inolvidable, no dudes en disfrutar de estas delicias tradicionales que representan lo mejor de la repostería española.