Cómo comer patatas, arroz y pasta sin engordar y quedarse saciado

¿Se pueden hacer más saludables el arroz, las patatas y la pasta para evitar que nos hagan subir de peso?
¿Es bueno meter en la nevera las patatas ya cocinadas para evitar los picos de glucosa?
Hay alimentos que son totalmente irresistibles, pero eso que nos hace la boca agua sabemos que puede que no sea del todo saludable abusar de ello en la cocina porque podría hacernos, entre otras cosas, ganar peso. Entre esos alimentos con cierta polémica están las patatas, la pasta o el arroz, que muchas veces sirven como base o acompañamiento de muchos platos. Son alimentos ricos en hidratos de carbono, que necesitamos para el buen funcionamiento de nuestro organismo, pero en su justa medida, ya que en exceso podrían hacernos engordar.
Pero la cuestión también pasa por cómo se cocinan esos ingredientes que son ricos en almidón y la forma en la que se consumen, y aquí el frío es el mejor aliado posible.
El truco para que no engorden
El almidón está presente en las patatas o en la pasta, que es una forma de azúcar que, al cocer el producto y comerse al momento, cuando está caliente, se digiere y se absorbe como glucosa, aportando una cantidad mayor de calorías. Sin embargo, al enfriarse la patata o el arroz tras la cocción y dejarlos al menos unas 24 horas en la nevera gran parte de ese almidón se transforma en resistente, que el organismo no es capaz de digerir, pero sí de alimentar la flora intestinal.
Según la nutricionista de Clínica Menorca María José Crispín “ese mismo alimento que podía hacernos engordar se convierte, con un simple cambio de temperatura y tiempo, en un prebiótico natural que nutre al microbioma, reduce la inflamación, mejora la digestión y ayuda al sistema inmunológico con menos calorías y más saciedad”.
Pero todo ello lleva su proceso, ya que lo ideal es cocer el alimento siempre al dente y luego guardarlo en el frigorífico al menos 24 horas. Lo más importante viene después, a la hora de servirlo, pues no hay que recalentarlo, sino comer esas patatas, ese arroz o la pasta a temperatura ambiente o fríos, algo que ahora, que es verano, no supone un problema y hay diferentes recetas que pueden adaptarse.
Recetas frías para el verano
Un ejemplo son las patatas, con las que se pueden hacer una ensalada de patata con huevo cocido, atún, unas aceitunas y pimiento rojo, acompañado del aliño que más te guste. Con la pasta también se puede hacer una ensalada ligera acompañada de bonito, zanahoria rallada, maíz y otros ingredientes que te gusten para completarla. En el caso del arroz, pueden hacer un arroz tres delicias frío con guisantes, un envuelto de huevo y jamón york.
La clave también pasa por hacer una combinación de ingredientes saludables que sean beneficiosos para nuestro organismo en las recetas y que nos ayuden a acabar con la sensación de saciedad a la vez que no nos falta ningún tipo de nutriente.
