Cuánto tiempo puedo tener los alimentos congelados: así debes congelar cada uno

Congelar es una técnica de conservación que tenemos al alcance de la mano
Puede resultar muy útil para reducir el desperdicio alimentario y para conservar los alimentos durante largo tiempo
Hay congeladores domésticos que serían un filón para arqueólogos. Algunos contienen alimentos desde la prehistoria y con tanto hielo que cualquiera diría que pasaron la era glacial. Para no llegar a esos extremos es importante tener en cuenta algunas recomendaciones sencillas que nos permitirán conservar mejor los alimentos.
Los alimentos congelados no son eternos
El principal problema que dificulta la conservación de alimentos en buen estado es el desarrollo de bacterias: algunas pueden estropearlos o enfermarnos. Pero no es lo único. También se producen reacciones de deterioro entre los compuestos que conforman esos alimentos.
La congelación prolonga su conservación porque ralentiza el desarrollo de esas reacciones y porque detiene el desarrollo de esas bacterias (aunque, ojo, eso no significa que las elimine).
Así pues, esta técnica es una herramienta muy útil que podemos poner en práctica muy fácilmente para reducir el desperdicio de alimentos o para conservarlos durante largo tiempo. Ahora bien, eso no significa que duren para siempre.
Un alimento congelado no va a suponer un riesgo para la salud, aunque transcurra mucho tiempo (las bacterias, aunque no mueren, tampoco tienen capacidad para desarrollarse). Pero sus características organolépticas (aspecto, aroma, sabor, textura, etc.) pueden verse notablemente afectadas debido a los cambios que se producen en su composición; por ejemplo, oxidaciones, migración o pérdida de agua, ruptura de estructuras celulares, etc.
Por eso, es necesario tener en cuenta las condiciones en las que se realiza esa conservación, entre ellas el tiempo, para intentar mantener el alimento en buen estado.
¿Cómo es nuestro congelador?
Para mantener en buenas condiciones las características del alimento, lo ideal sería que la temperatura de congelación fuera lo más baja posible y que el enfriamiento se realizara de la forma más rápida posible. Aunque en el entorno doméstico tenemos importantes limitaciones, porque apenas podemos controlar las condiciones del proceso.
En este sentido, un aspecto que marca importantes diferencias es el número de estrellas del congelador. Estas se relacionan con la temperatura, de modo que cada una representa seis grados bajo cero. Así pues, un congelador de cuatro estrellas, que es lo más común, alcanza una temperatura de 24 grados bajo cero. Y como podemos imaginar, puede conservar los alimentos durante más tiempo y en mejores condiciones de otros congeladores con un menor número de estrellas (por ejemplo, en uno de tres estrellas se alcanzan tan solo dieciocho grados bajo cero).

Por lo general, la duración de los diferentes tipos de alimentos en un congelador de cuatro estrellas es la siguiente (aunque es conveniente consultar las recomendaciones concretas del fabricante en cada caso, dado que cada congelador tiene unas características específicas):
- Frutas y hortalizas: entre 8 y 12 meses.
- Carne de vacuno, cordero y cerdo: entre 6 y 12 meses.
- Carne de pollo: entre 9 y 12 meses.
- Pescado blanco: entre 6 y 8 meses.
- Pescado azul: entre 2 y 3 meses.
Alimentos que no deberíamos congelar
Es mejor evitar la congelación de algunos alimentos porque sus características organolépticas se pueden ver gravemente afectadas. Entre ellos:
- Verduras: la congelación deteriora su estructura, de manera que pierden mucha agua y su textura se ve gravemente afectada.
- Alimentos ricos en almidón, como patatas, pasta o arroz: la congelación provoca cambios en la estructura del almidón, así que el sabor y, sobre todo, la textura, sufren un importante deterioro.
- Huevos crudos enteros: la congelación puede romper la cáscara. Si los queremos congelar, conviene cascarlos e introducir la clara y la yema en un recipiente adecuado; por ejemplo, una bolsa hermética.
- Carne picada: es mejor no congelarla porque durante la descongelación aumenta el riesgo de que se desarrollen bacterias, además de perder mucha agua.
- Alimentos muy ricos en grasa: por ejemplo, el tocino, la panceta y otros alimentos similares, duran poco tiempo en el frigorífico porque se enrancian fácilmente.
- Salsas: algunas salsas como la mayonesa, no quedan bien cuando se congelan porque se rompe la emulsión y se separan sus ingredientes.

Cómo congelar los alimentos
En general se trata de proteger los alimentos para que no pierdan agua, no se forme hielo en su superficie y no adquieran sabores ni olores extraños. En la mayoría de los casos podemos lograrlo utilizando fiambreras o tápers; por ejemplo, cuando hablamos de guisos.
En otros alimentos, como la carne o el pescado crudos, conviene proteger las piezas, por ejemplo utilizando papel de film.
