¿Hay que esperar dos horas para hacer la digestión antes de bañarse o es un mito?

Siempre se ha dicho que hay que esperar al menos un par de horas desde que acabamos de comer hasta el momento de darse un baño para evitar así los “cortes de digestión”
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Hace unos años era casi como una ley no escrita que había que cumplir obligatoriamente, sobre todo cuando se trataba de menores de edad. Por mucho calor que hiciera y por mucho que apeteciera darse un baño para refrescarse, había que esperar unas horas desde que terminábamos de comer hasta el momento del chapuzón. De lo contrario podía producirse un corte de digestión y resultar fatal. Esto era al menos lo que se decía en casi todas las familias, aunque con ciertas variantes.
Una 'norma' cambiante
Casi todo el mundo tenía claro que era muy importante respetar un tiempo de espera entre la comida y el baño. Pero esa norma era ligeramente diferente en cada familia. Por ejemplo, en algunos casos lo obligado era esperar dos horas, mientras que otras familias obligaban a sus hijos a esperar hasta tres horas después de la comida para darse un baño.
Luego estaban los más “afortunados”, que gozaban de una especie de comodín. Y es que en algunas familias se decía que si te bañabas justo después de comer, ya no era necesario respetar ese tiempo de espera. En otras tampoco era obligatorios siempre que se siguiera el 'truco' de meterse poco a poco en el agua.

No es un corte de digestión, sino una hidrocución
Con el paso de los años, estas reglas no escritas se han ido difuminando y han quedado más bien como una especie de mito popular. En realidad esas recomendaciones sí tienen algo de fundamento, pero hay que aclarar ciertos matices que son importantes.
Coloquialmente se habla de los “corte de digestión”, pero en realidad el problema no es que la digestión se detenga, sino que se puede producir lo que se conoce técnicamente como “hidrocución”.
Se trata de un estado sincopal que está causado por el cambio brusco de temperatura, por ejemplo, cuando en un día de mucho calor nos lanzamos a una piscina de agua fresca.
Cuando la piel y las vías respiratorias superiores entran en contacto con el agua fría, se puede desencadenar un reflejo de inhibición de la respiración y la circulación. Esto puede causar diferentes síntomas, como vómitos, mareos, pérdida de conciencia (con el consiguiente riesgo de ahogamiento) y en los casos más graves, parada cardiorrespiratoria.
¿Por qué se habla de “cortes de digestión”?
Después de comer el cuerpo redistribuye el flujo sanguíneo hacia el aparato digestivo, que tiene más demanda cuando estamos haciendo la digestión. Si nos bañamos de repente en agua fría, se produce una vasoconstricción brusca que puede comprometer la circulación y causar una reacción vagal, de manera que se puede sufrir una bajada de tensión y un desmayo, con el consiguiente riesgo de ahogamiento.
Algunas señales de alarma
Generalmente la hidrocución está precedida de una serie de síntomas que pueden advertirnos sobre el problema. Entre esas señales de alarma podemos citar, por ejemplo: dolor de cabeza, fatiga, sensación de sopor, sensación de vértigo o zumbido en los oídos, visión borrosa, calambres musculares o piel de gallina, entre otros. En cualquier caso, es fundamental no llegar a ese extremo y tomar medidas para evitar que se produzca ese síncope.
Factores que predisponen a la hidrocución
En primer lugar, conviene conocer los factores que pueden predisponer a sufrir este fenómeno:
- La temperatura del agua: si está muy fría (menos de 18ºC) es más probable que ocurra.
- La temperatura exterior: si hace mucho calor o si nos exponemos mucho tiempo al sol antes del baño.
- Ejercicio físico intenso antes del baño; por ejemplo, si vamos a correr o hacemos trabajos físicos, la temperatura de nuestro cuerpo aumenta.
- Ingesta de psicofármacos.
- Ingestas de comidas copiosas.
¿Entonces hay que esperar dos horas antes de bañarse o no?
A partir de lo que acabamos de comentar ya podemos imaginar que no es necesario esperar un tiempo concreto después de comer para bañarnos. Pero sí es fundamental seguir ciertas recomendaciones como las siguientes:
- Evitar bañarse en agua muy fría justo después de comer.
- Evitar entrar al agua de golpe. Conviene entrar poco a poco, sobre todo si hemos estado haciendo ejercicio, si hace mucho calor o si hemos comido mucho.
- No entrar al agua si nos sentimos mareados, pesados o si tenemos malestar.
