Cómo degustar el café: aprende a hacerlo en 6 pasos

Hay un orden que se puede seguir para que la experiencia de degustar el café sea lo más completa posible
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Las personas que son incapaces de comenzar el día sin tomarse una taza de café a menudo lo hacen como si de un medicamento se tratara, se ha convertido ya en algo casi automático, lo que no quiere decir que no disfruten esa bebida al máximo, desde el primer sorbo hasta que la miran con pena mientras se dan cuenta de que el siguiente trago será el final y se preguntan si será demasiado pronto para una segunda taza.
Los amantes del café siempre encuentran la ocasión de tomar uno, incluso si tiene que ser descafeinado para evitar que un exceso de cafeína les juegue una mala pasada, al fin y al cabo no debemos olvidar que se trata de una sustancia estimulante que, como todas, debe tomarse con moderación. Un exceso de cafeína puede llegar a ser perjudicial para la salud, lo que es una pena, porque tomado en su justa medida son varios los beneficios de esta bebida.
El café es rico en antioxidantes, que son sustancias que ayudan a combatir el efecto de los radicales libres y el envejecimiento celular, también ayuda a que nuestro cerebro esté más alerta y puede favorecer nuestro rendimiento deportivo. Es bueno para nuestro estado de ánimo y también puede ayudarnos a cuidar nuestro corazón, y en ocasiones puede ayudarnos a eliminar un dolor de cabeza puntual (aunque en el caso de las migrañas el efecto puede ser el contrario y convertirse en un desencadenante).
No es lo más habitual que quienes toman café lo hagan por sus beneficios para la salud, no obstante parece la excusa perfecta para aquellos que quieren incluirlo a toda costa en su dieta, lo cual es algo ideal siempre y cuando no olviden que para que sea verdaderamente eficaz debe tomarse en el marco de una alimentación saludable y variada, así como no olvidar que lo mejor es compaginar esto con una vida activa en la que no falte el ejercicio físico.
En cualquier caso, el café es para muchas personas ese capricho al que no quieren renunciar, para otras es un medio para conseguir un fin, sobre todo cuando están cansados y necesitan un poco más de energía. También hay quien siente que es un regalo, la bebida perfecta que más feliz puede hacerles en un momento determinado y de la que quieren saber cada vez más.
Cuál es el mejor café del mercado, cómo se prepara el café perfecto y cómo pueden hacerlo en su propia casa, en que bares y cafeterías de su barrio sirven el café que está más rico, cuál es la mejor manera de degustar un café, siguiendo las indicaciones de quienes más saben y aprendiendo así a captar todos los matices.

Los pasos clave para degustar el café
Si queremos sumergirnos en el mundo del café, no es mala idea hacer todas las catas que sintamos que necesitamos hasta convertirnos en profesionales de esta bebida, entrenando el paladar hasta llegar a conocerlo a la perfección. No hay dos cafés iguales y poder ser consciente de todos los detalles es un arte que no todo el mundo es capaz de perfeccionar, pero conocer los pasos esenciales para aprender a degustarlo es un buen comienzo.
- Elige. Escoge el café que quieres catar o varios si es una cata comparativa. Aprende un poco sobre los granos, cuál es su origen y dónde ha sido cultivado.
- Preparación. Una buena preparación es clave, encontrar la proporción perfecta entre agua y café para que el resultado sea de nuestro agrado. Cada cual tiene una manera de preparar café preferida, encuentra la tuya.
- Observa el resultado. Antes de dar más pasos observa la taza de café, el color de la bebida, la cantidad y consistencia de la espuma.
- Aroma. El olor es importante en las catas, tanto si hablamos de queso, como si lo que queremos aprender a diferenciar son los distintos tipos de vino. En el caso del café no es diferente y una cata comienza intentando captar todos los aromas que la taza de café nos regala. Para una experiencia completa se recomienda oler también los granos enteros antes de molerlos. Un café de calidad tendrá un aroma intenso, si es débil, el café puede ser viejo o estar mal almacenado.
- Sabor. Un buen café debe ser equilibrado, que acidez, dulzura y cuerpo formen una combinación armónica. La acidez es la sensación en los lados y la punta de la lengua, el café tradicionalmente combina la dulzura y el amargor, pero este último no debe ser nunca dominante ni desagradable. El tercero de los datos a tener en cuenta es el cuerpo, que hace referencia al peso del café en la lengua y un buen café tendrá un cuerpo pleno y rico.
- Evalúa. Una vez observado, olido y saboreado llega el momento de procesar todos los matices y una buena forma es describir lo que nos sugiere. Se puede poner en común en voz alta, pero si hay varias personas, lo mejor es anotarlo todo, para evitar condicionar a los demás con nuestras apreciaciones. Una vez hecho esto solo queda saber qué matices hemos podido captar, cuáles se nos han escapado y probar de nuevo intentando captarlos todos.

