Bebidas

Así sabe la primera cerveza de la historia: una receta sumeria de 5.000 años de antigüedad

Humbaba, la cerveza que adapta la primera cerveza de la historia. Cedida
Compartir

En cualquier tardeo o aperitivo de fin de semana no faltan muchas cosas sobre la mesa, como una tapa o una cerveza. España es uno de los países donde más cerveza se consume, pero ¿te has planteado la historia de esta bebida? ¿O cómo eran las primeras cervezas que se crearon? Pues ahora tienes la oportunidad de degustar en tu paladar cómo era la primera cerveza de la historia que tiene nada más y nada menos que 5.000 años de antigüedad.

Humbaba es la cerveza que ha conseguido adaptar a la actualidad la receta original que producían los sumerios hace 5.000 años. La nueva artesana de La Caníbal es una Ale Ancestral (3’8%) que versiona la cerveza más antigua de la que hay constancia: la kas sig. Esta bebida, avalada por el CSIC, ha despertado el interés de los expertos y del público durante los dos talleres de cerveza milenaria de la Semana de la Ciencia 2025, organizados por el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) y la Academia de la Cerveza Sabeer en La Caníbal Fábrica del madrileño barrio de San Blas.

PUEDE INTERESARTE

“En la sumeria del tercer milenio antes de Cristo la cerveza era fuente de vida y prosperidad, era también un alimento e incluso un salario, las mujeres se encargaban de su cuidado y la consumía toda la familia. Nuestra elaboración se basa en su traducción de las tablillas originales del canto a Ninkasi, la diosa mesopotámica de la cerveza”, explica Luis Vida, maestro cervecero y director de Producción de La Caníbal.

Cómo se ha creado

De esta manera, se recrean los cereales de la milenaria kas sig sin emplear lúpulo (todavía por descubrir), combinando malta de cebada pálida con granos de escanda (una forma primitiva de trigo) y otros cereales sin maltear. Así se genera una base maltosa equilibrada, similar a las antiguas mezclas de grano.

PUEDE INTERESARTE

Otro de sus desafíos lo ha planteado el misterioso bappir, pan de masa madre de cerveza elaborado con cebada cruda que los lunga (cerveceros sumerios) introducían en el mosto “para que arrancara la fermentación”, señala Luis Vida. “Aquí lo hemos recreado igual, con cebada cruda y la levadura de granja que le aporta un carácter aromático salvaje, en honor a la masa madre original”, añade.

En base a los más de cinco años de investigación botánica de Bárbara Böck, para reproducir por primera vez en la historia sus ancestrales aromas y sabores se han empleado bayas de enebro y semillas de cilantro en final de cocción. Los sumerios también añadían cálamo aromático (actualmente prohibido en la UE), emulados con otros botánicos que dotan a Humbaba “del final amargo y picante descrito en los documentos antiguos”. También se ha incorporado al mosto un sirope de dátil de cultivo ecológico que repercute en un dulzor primitivo con notas frutales, “donde antaño se difuminaba la línea entre la cerveza y el vino”.

Dónde puede degustarse

5.000 años después, el resultado son 1.000 litros de una cerveza neosumeria con sabor a tiempos remotos, bautizada como Humbaba, en honor al dios de los bosques de cedro del poema épico del Gilgamesh (2.500 a. C.). “Una cerveza dorada, rústica pero refrescante, con notas frutales y cítricas, más ácida y exótica que cualquier caña de grifo a la que estemos acostumbrados”, añade Vida sobre la única birra del mercado que nos permite viajar en el tiempo.

Humbaba puede degustarse en pinta (6€) y tercio (2’5€) en La Fábrica (Julián Camarillo, 19) y La Caníbal (Argumosa, 28); además de otros bares madrileños especializados en artesanas. Sus packs de seis botellas de 33 cl. (16€) también están disponibles desde la web de La Caníbal.