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Voces jóvenes del campo

Los jóvenes que se quedan y emprenden en el campo: "Producimos lácteos de gran calidad"

Voces jóvenes por el campo: "Producimos lácteos de calidad"
Voces jóvenes del campo, los ganaderos del presente y el futuro. Gastro Mediaset
  • La producción de lácteos españoles corre, en muchos casos, a cargo de ganaderos jóvenes que han cogido el relevo generacional del campo

  • El consumo de tres lácteos al día es recomendable para obtener sus beneficios para la salud

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Poniendo en valor el campo, la labor de los ganaderos y animando a comprar lácteos de origen español. Así es cómo se ha presentado en Mediaset España la iniciativa divulgativa ‘Voces jóvenes del campo’ puesta en marcha por la Organización Interprofesional Láctea (InLac). Una campaña para valorar a los más jóvenes que han decidido emprender en el campo dedicándose a la ganadería o a coger el testigo de la empresa familiar. Una profesión que corre peligro: cada año cierran 500 ganaderías en España y, como puntualizaba la presentadora Ana Terradillos, no hay quién les releve. ¿O sí? 

Cada vez más jóvenes se plantean abandonar la ciudad por el pueblo o deciden no salir de él y optar por las oportunidades laborales que ofrece el entorno rural, donde la industria láctea “es una de las más importantes del sector alimentario”, señala Javier Roza, presidente de InLac, que no deja de recalcar “que hay futuro profesional en el campo, particularmente en la ganadería de leche”.

La presentadora Ana Terradillos y el presidente de InLac Javier Roza

“Si no hacemos nada nos quedaremos sin productos lácteos. Necesitamos gente que se quiera dedicar a la vida en el campo, que se incorporen a la actividad primaria, que ofrece una vida muy digna, gratificante y rentable”, puntualiza Roza. Una rentabilidad a la que ayudamos todos como consumidores. “Tenemos la oportunidad de real de apoyar a los hombres y mujeres del campo comprando sus productos lácteos, que además son muy sabrosos”, recalca el ingeniero agrónomo Tomás García Azcárate. 

Sabores con los que llenamos las neveras de nuestros hogares que, además, nos reportan grandes beneficios al ser alimentos muy equilibrados y completos porque tienen “hidratos de carbono, grasas lácteas, proteínas de muy alto valor biológico, vitaminas como la A, la B o la D, además de minerales como el calcio o el magnesio y el potasio”, recuerda Nuria M. Arribas, directora gerente de InLac que anima a tomar tres lácteos al día. ¿Y cómo influyen esas propiedades de los lácteos en el organismo? “Evita enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis, la sarcopenia y cuenta con propiedades cognitivas”, explica.

Ana Terradillos charla con Nuria M. Arribas, directora gerente de InLac, y con Tomás García Azcárate ingeniero agrónomo

Pero no solo están los lácteos, sino que las vacas, ovejas y cabras también ayudan a mantener y a conservar el medioambiente. Cuando salen a pastar “reducen la biomasa vegetal, contribuyendo a que el riesgo de incendios sea más bajo”, subraya David R. Yáñez, doctor en veterinaria e investigador del CSIC, que también afirma que la ganadería genera empleo indirecto, como los veterinarios, las queserías o los restaurantes de la zona que se nutren de su producción. 

Teniendo en casa una gran variedad de lácteos se pueden tomar los 3 recomendados al día

Jóvenes que toman el relevo 

Todo esto no tendría sentido sin un relevo generacional que recoja el testigo para dedicarse al campo y seguir produciendo alimentos de calidad. Una de ellas es Érika Lunar que, con solo 18 años, ya se dedica en cuerpo y alma a la ganadería, a lo que siempre se ha dedicado su familia. “Con cinco años ya estaba entre vacas. El campo es vida y merece la pena. No es un trabajo tan sacrificado”, reconoce. 

En su caso, Carlos García combinaba su trabajo como mecánico de aviones con la granja familiar, en la que es la tercera generación. El día que tuvo que elegir entre ambos tenía claro que su sitio estaba en el campo, el mismo que durante décadas trabajó su abuelo Ramón y su padre. “No me olvido de que soy quien soy gracias a ellos, la granja de hoy es fruto de su trabajo”, recuerda.

Carlos García

Alba Montiel se planteó la vida rural tras terminar la carrera de Ciencias Políticas porque no se veía encerrada en el estrés de una gran ciudad, así que decidió volver al pueblo con el ganado de su familia y ya es la tercera generación que coge el testigo. “Trabajar en una ganadería familiar es un proyecto de vida rentable si te lo planteas bien como negocio, ya que somos profesionales de nuestro sector”, destaca.

Alba Montiel

Por su parte, para Nerea del Río, que estudió Bellas Artes, ser ganadera es la oportunidad para combinar su profesión con sus estudios. “La ganadería es una profesión muy creativa, hay muchas cosas por inventar”, dice, aunque reconoce que se trata de un oficio con una gran responsabilidad porque “tenemos seres vivos que dependen de nosotros”. 

Sergio Paramio decidió dejar el trabajo en el que se sentía encerrado para volver a su casa con las ovejas y seguir con la ganadería que habían trabajado su abuelo y su padre y que ahora es su vida. “No me adaptaría a la vida en la ciudad o a otro trabajo que no esté relacionado con el campo”, reconoce. Además, el ganadero saca pecho sobre la producción de lácteos que se hace en España: “no hace falta que se traiga nada de fuera porque nosotros mismos lo producimos de gran calidad”.

Sergio Paramio

Entre cabras vive Laura Martínez, con dos hijos y un tercero a punto de llegar, a los que les intenta transmitir el amor por el campo y la ganadería, pero sin imponerlo. Veterinaria de profesión, cuida a sus cabras con cariño hasta el punto de conocer a la perfección a cada una. “Tienen mucha personalidad”, afirma entre risas, y cuidándolas hace “lo que de verdad me apasiona. Somos muy importantes en la cadena alimentaria, somos los que damos de comer a la sociedad”.

Laura Martínez

David lleva años trabajando con sus vacas, que como él dice “muchas veces transmiten mucho más que las personas”. La ganadería no es la única opción laboral del campo. Ese es el caso de Lucía, que trabaja en el departamento de I+D “en busca siempre de aportar un valor añadido a los productos del sector lácteo”.