Alimentación

Por fuera parecen iguales, pero no lo son: ¿en qué debes fijarte cuando compras turrón?

Te contamos las claves para que puedas elegir mejor, según tus gustos y necesidades.. (Getty)
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Hace años comprar turrón era relativamente sencillo porque apenas había un puñado de variedades y pocas marcas. Pero hoy existe una cantidad tan grande que muchas veces no sabemos por dónde empezar, ya sea porque todas nos parecen iguales o quizá porque no tenemos muy claro en qué tenemos que fijarnos. Por eso muchas veces acabamos basando nuestra decisión únicamente en el precio. Pero hay otros elementos importantes que también deberíamos tener en cuenta. A continuación te ofrecemos algunas claves.

¿De qué tipo es el turrón?

Para empezar, deberíamos conocer las variedades de turrón que existen. A grandes rasgos, las que siempre hemos conocido son tres o cuatro: turrón duro, turrón blando, turrón de yema y turrón de chocolate. Pero desde hace ya bastantes años podemos encontrar millones de tipos más: de fresa y nata, de café, de pistachos… y de las cosas más locas que nos podamos imaginar, como donuts o patatas fritas. Así que con este panorama es difícil aclararse.

Para ello, lo mejor es echar mano de la legislación, que nos ayudará a entender los tipos de turrón que existen. Los clasifica en dos grandes grupos:

- turrón: que está compuesto por una masa obtenida cociendo miel o azúcares con o sin clara de huevo y a la que se incorporan almendras. Es decir, en este grupo se incluyen los turrones de toda la vida: el duro y el blando

- turrones diversos: donde se incluyen todos los demás, es decir, el de chocolate, el de yema, el de fresa y nata, etc. En principio se trata de masas elaboradas con miel o azúcares que se obtienen amasando almendras. Pero estas pueden ser sustituidas por otros ingredientes que están recogidos en la legislación: cacao, frutos secos, frutas trituradas y un montón de cosas más.

La importancia de la etiqueta

Una vez que tenemos claro qué tipos de turrón existen, lo siguiente que deberíamos saber es que se clasifican en distintas categorías según su calidad. Quizá no nos hemos fijado, pero se indica claramente en muchos envases.

Las diferentes calidades se establecen en función de la composición del turrón; por ejemplo, se tienen en cuenta la cantidad de grasa y proteínas, que a su vez están muy relacionadas con la cantidad de ingredientes nobles que contenga el turrón: almendras, cacao, leche, avellanas, etc.

En el caso de los turrones clásicos hay dos calidades para el turrón blando (suprema y extra) y cuatro para el turrón duro (suprema, extra, standard y popular). En el caso de los turrones diversos, solo algunos se clasifican en calidades (suprema o extra): los de coco, mazapán y yema. Como podemos imaginar, el turrón más apreciado es el de calidad suprema, aunque obviamente es el que tiene un precio más alto.

Imprescindible: leer la lista de ingredientes

A la hora de elegir turrón también es fundamental consultar la lista de ingredientes. Como ya sabemos, aquí se enumeran los elementos que constituyen el turrón. Pero debemos saber también que estos se citan en orden, según su importancia, de modo que los primeros son los que se encuentran en mayor cantidad.

Además, si algún ingrediente es fundamental para definir el producto (como ocurre con las almendras en el turrón duro y en el turrón blando) o si se destaca de algún modo en el envase (como sucede por ejemplo con los ingredientes característicos de cada turrón diverso: coco, fresa y nata, pistachos, etc.), debe especificarse la cantidad en la que se encuentran.

De este modo podremos conocer la proporción de esos ingredientes nobles (almendra, cacao, coco, pistachos, etc.) y comparar con otros turrones similares. Lógicamente, lo más interesante es que se encuentren en la mayor cantidad posible.

¿Están amparados por una IGP?

Los turrones de almendra pueden estar amparados por marcas de calidad. Concretamente, el turrón blando puede estar amparado por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Turrón de Jijona y el turrón duro por la IGP Turrón de Alicante.

Eso garantiza que cumplen una serie de requisitos que tienen que ver, por ejemplo, con el lugar de origen (elaborados en Jijona o Alicante, respectivamente) y con la composición (por ejemplo, se exige un contenido mínimo de almendras y miel).

¿Qué pasa con el azúcar?

Como ya hemos mencionado, los turrones se elaboran habitualmente con azúcar o miel. Comercialmente es más apreciada la miel que el azúcar, pero sin olvidar que lo importante es que el ingrediente noble se encuentre en la mayor proporción posible.

También existen opciones sin azúcares que están elaboradas con edulcorantes. Son opciones interesantes para personas que no pueden consumir azúcar. Pero no debemos caer en el error de pensar que eso los hace “saludables”.

Cuando se trata de productos como estos, es importante tener en cuenta que se consumen por disfrute y no por salud, así que conviene no obsesionarse con estas cosas. Lo ideal es destinarlos a un consumo puntual en el contexto de una dieta saludable.