La cafetera italiana de toda la vida pasa a manos chinas
Fue creada en 1933 por Alfonso Bialetti, convirtiéndose en un icono del diseño y un símbolo 'Made in Italy'
Nuo Capital adquiere el 78,3% por 53 millones de euros, tras años de pérdidas de Bialetti
Esta operación es un ejemplo más de la expansión del capital chino en sectores clave del diseño y la manufactura europeos
Desde su creación en 1933, la cafetera Moka Express, diseñada por Alfonso Bialetti, se ha convertido en todo un icono del diseño industrial italiano, además de una figura reconocible por casi todo los amantes del café. Su característica forma octogonal, elaborada en aluminio, no solo revolucionó la manera de preparar café en casa, sino que también ha sido reconocida como una pieza clave del diseño, siendo exhibida incluso en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
Sin embargo, casi un siglo después de su invención, Bialetti, la empresa detrás de esta emblemática cafetera, vive un cambio radical: ha sido adquirida por NUO Capital, un fondo de inversión radicado en Luxemburgo, pero controlado por la influyente familia Cheng de Hong Kong. Esta operación ha despertado una mezcla de sentimientos entre orgullo por la relevancia internacional adquirida y preocupación por la posible pérdida de su esencia italiana.
La historia detrás de este inmortal diseño octogonal
La genialidad de Alfonso Bialetti no fue casualidad. Inspirado en las primitivas lavadoras italianas que funcionaban con vapor a presión, diseñó un mecanismo que permitía preparar un café intenso en pocos minutos. El diseño octogonal no fue tan solo una elección estética, sino una estrategia funcional: distribuye el calor de forma eficiente, permitiendo una extracción homogénea del café.
La Moka Express alcanzó una popularidad masiva durante la posguerra, convirtiéndose en un símbolo cotidiano de modernidad y bienestar en los hogares italianos. Renato Bialetti, hijo del creador, consolidó este éxito mediante técnicas innovadoras de marketing, incluyendo la creación del famoso logotipo del hombrecito con bigote, una caricatura de sí mismo que personificaba a la marca y representaba el auténtico estilo de vida italiano.
Sin embargo, y a pesar de su prestigiosa historia, los últimos años han sido complicados para Bialetti. La competencia de las modernas cafeteras de cápsulas, ciertas decisiones financieras desafortunadas y los efectos económicos de la pandemia del COVID-19 llevaron a la empresa a acumular pérdidas importantes. Tan solo en 2024, reportaron pérdidas por valor de 1,1 millones de euros y una deuda neta que alcanzó los 81,9 millones de euros.
Esta situación económica crítica ha llevado a la familia Bialetti a aceptar la propuesta de NUO Capital, que adquirirá el 78,6% de la empresa por 53 millones de euros. Esta operación, además de incluir la refinanciación completa de la deuda, prevé una inyección adicional de capital de al menos 49,5 millones de euros. El CEO actual, Egidio Cozzi, continuará en su cargo, garantizando así una transición controlada y con continuidad.
Esta venta de Bialetti ha provocado un intenso debate en Italia. Para muchos, esta operación supone una pérdida simbólica de un ícono nacional. Expertos del sector, como diseñadores y especialistas en patrimonio industrial, han manifestado preocupación sobre la preservación del legado y la identidad cultural de la marca bajo una gestión extranjera.
Sin embargo, también hay voces optimistas que ven en esta transacción una oportunidad para revitalizar la marca. NUO Capital ha declarado explícitamente su intención de preservar los altos estándares de calidad y diseño que siempre han caracterizado a Bialetti, manteniendo la producción y el espíritu "Made in Italy".
Las implicaciones geopolíticas y económicas de la adquisición
Este movimiento empresarial también tiene connotaciones geopolíticas significativas. Se produce en un contexto delicado, marcado por tensiones entre Occidente y China, especialmente tras la reciente salida de Italia de la iniciativa de la Franja y la Ruta. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se enfrenta al reto de equilibrar cuidadosamente las relaciones económicas y diplomáticas entre Estados Unidos y China.
La adquisición por parte de NUO Capital representa, además, un ejemplo más de la expansión del capital chino en sectores clave del diseño y la manufactura europeos. Este fenómeno, si bien permite una inyección financiera crucial, también plantea interrogantes sobre el futuro de la independencia y la autenticidad cultural de empresas emblemáticas como Bialetti.
El destino de la Moka Express bajo gestión china es un tema abierto al debate. Expertos y consumidores esperan que la nueva dirección aproveche su experiencia global para reforzar la presencia internacional de Bialetti sin desvirtuar su esencia original.
Más allá de preocupaciones puntuales, la cafetera Moka seguirá siendo un símbolo indiscutible del diseño italiano y un testimonio palpable de cómo una buena idea puede resistir el paso del tiempo, adaptándose a los cambios del mercado sin perder su identidad fundamental.
Suscríbete a la newsletter de Gastro y te contamos las noticias en tu mail.