Donut de cocido: la reinvención de la receta madrileña en forma de pintxo vasco

Hora del desayuno (o de la merienda) y te apetece algo dulce. Una de tus opciones es un buen donut que, si bien es una bomba calórica, uno de vez en cuando no hace daño a nadie. Te puedes comer el clásico de azúcar, el de chocolate, uno de pistacho o hacerlo en casa para que sea más saludable. Sin embargo, lo que probablemente no te esperases en la vida sería poderte comer un donut con sabor a cocido, una especie de trampantojo de cocido madrileño en formato pintxo que lleva años siendo todo un éxito. ¿Quieres aprender a hacerlo?

Un cocido madrileño es, sin duda, uno de los grandes platos de los meses más fríos. No obstante, no todos los chefs han sabido sorprender con su versión como lo ha hecho Josean Merino con su donut de cocido en PerretxiCo (tiene locales en Vitoria-Gasteiz, con un solete de la Guía Repsol, en Logroño, y cinco repartidos por todo Madrid).

Con este pintxo el chef de las tabernas PerretxiCo ha quedo hacer un guiño a la cocina madrileña a través de la gastronomía vasca con un pintxo de lo más llamativo sobre uno de los platos más representativos de Madrid y de España que también se presenta en dos vuelcos en esta versión moderna.

Un dulce donut por fuera, pero por dentro relleno con lo que más te gusta del cocido, desde los garbanzos hasta la carne. ¿Quieres saber cómo se hace? Te damos las claves para intentar replicarlo en casa, aunque si tienes la oportunidad de probar la creación de Merino, no dudes en hacerlo.

¿Cómo hacer el donut de cocido?

Lo que ellos hacen es un cocido clásico, pero para no perder su esencia le añaden algunos productos vascos. Así, te vas a encontrar sus buenos garbanzos, pero también morcilla de Beasain, chistorra o zancarrón, además de las clásicas verduras, entre todos sus ingredientes.

Para hacer el donut como tal lo que hacen es el cocido clásico y, una vez listo, se desmenuzan bien las carnes y verduras y se colocan en un molde de donut que irá al congelador.

Por otro lardo, se hace la masa de donut que es neutra, no es dulce, para lo que es necesario huevos, levadura, harina, sal y un toque de azúcar. Con esa masa se baña el relleno congelado y se fríe en aceite bien caliente hasta que quede bien dorado.

¿El toque final? Un glaseado que no tiene nada que ver con el de azúcar al que estamos acostumbrados, sino que se hace con nata, beicon y hueso de jamón para lograr ese toque ahumado. Y el colofón final: una tacita del caldo de cocido para vivir la experiencia completa.

Suscríbete a la newsletter de Gastro y te contamos las noticias en tu mail.