Fácil y rápido: cómo hacer tus patatas chips caseras en solo 15 minutos

Patatas chips caseras
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Si eres un buen amante del aperitivo seguro que tienes alguna que otra bolsa de patatas fritas en casa que abrirte mientras te tomas tu vermú, cerveza o vino en casa un domingo o cualquier tarde, y más ahora que ha llegado el calor, aunque bien es cierto que alguna vez te hayas visto en casa sin ninguna bolsa y hayas tenido que recurrir a otros productos, como las aceitunas.

Sin embargo, si tienes patatas en casa no tienes por qué renunciar a tus chips favoritas, solo tienes que dedicarle unos minutos para prepararlas y hacerlas caseras de forma fácil y, lo más importante, rápido. En muy poco tiempo y sin complicación alguna vas a tener tus patatas fritas preparadas sin usar mucho aceite y gracias al microondas. Además, en esta ocasión te contamos su versión clásica, pero siempre puedes sazonarlas a tu gusto y crear tus propias variantes.

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En este caso el microondas es nuestro gran aliado y el que va a preparar tus chips con las que disfrutar de tu aperitivo o del momento que prefieras. La parte más laboriosa será laminar las patatas bien finas, para lo que puedes ayudarte de un buen cuchillo o de una mandolina.

La receta casera y rápida para hacer patatas chips

Personas2 pax.
Tiempo15 min.
DificultadBaja

Ingredientes

  • Patatas medianas (depende de la cantidad que quieras hacer)
  • Aceite de oliva
  • Sal

Elaboración

  1. Preparar las patatas

    Lo primero es lavar y secar bien la patata. Opcionalmente puedes pelarlas, pero con la piel le dará un toque especial al resultado final.

    Con un cuchillo afilado o una buena mandolina puedes ir cortando en laminas finas la patata.

    Cubre con papel vegetal el plato del microondas y coloca las láminas sin amontonarlas.

    Pincela con un poco de aceite de oliva cada una.

  2. El cocinado

    Cocina en el microondas a unos 600W de potencia (dependerá de cada microondas) seis minutos.

    Pasado el tiempo, dale la vuelta a cada lámina y cocina unos cinco minutos más vigilando que no se lleguen a quemar.

    Déjalas reposar un rato.

    Cuando las saques y las sirvas añade un toque de sal y listas para comer.