Cómo hacer la leche merengada: la bebida clásica del verano

La leche merengada es un clásico del verano que también puedes hacer en casa
¿Sabías que la leche dorada es la combinación perfecta para desinflamarte?
Puede que se haya ido perdiendo y que con el tiempo se haya convertido en una bebida atemporal, pero la leche merengada siempre ha sido una bebida clásica del verano, sobre todo en zonas de la costa mediterránea. Se suele servir fría, de ahí que sea ideal para el verano, aunque también es muy popular verla convertida en algo aún más fresco: en un sabor de helado que añadirle a tu cucurucho para disfrutarla de una manera diferente.
La leche merengada no es más que una especie de batido de leche que lleva huevo y se suele endulzar con azúcar, aunque lleva otros ingredientes que consiguen darle ese sabor tan característico y esa textura similar a la de la nieve que, en verano, sienta de maravilla.
Y aunque el clásico siempre es el clásico, también existen algunas variantes de la leche merengada, como el que le añade un poco de café, un toque de vainilla, unas gotitas de algún licor, o incluso alguna rama de una hierba que le vaya bien.
La receta de la leche merengada
Ingredientes
- 1 litro de leche
- 200 gramos de azúcar
- La piel de medio limón
- 2 claras de huevo
- 2 ramas de canela
- Canela en polvo
Elaboración
La leche aromatizada
Pon la leche en un cazo con el azúcar, las ramas de canela y la piel del limón.
Déjalo al fuego hasta que hierva.
Retira del fuego y deja que se enfríe.
Cuela la leche para retirar la piel del limón y la canela.
Ponlo en un recipiente y déjalo en el congelador una hora, aproximadamente.
El merengue y la mezcla final
Unos 15 minutos antes de que pase la hora bate las claras a punto de nieve hasta lograr el merengue.
Mezcla la leche con el merengue de forma suave para que se integren.
Sirve y decora con canela en polvo.
