El restaurante que ofrece carne de wagyu criada por ellos mismos

La Finca Santa Rosalía está situada en un pueblo de Burgos y ofrece una carne excepcional
El restaurante está en la propia finca donde crían los wagyus
Sus dueños también crían perdices rojas y elaboran vino ecológico
En plena Castilla, allí donde siguiendo el transcurso río Arlanzón la provincia de Burgos se encuentra con la de Palencia, se sitúa la Finca Santa Rosalía. En las proximidades de la localidad de Vizmalo está una de las mayores explotaciones de wagyu de toda Europa. Este animal, que es una raza de vaca originaria de Japón, produce una de las carnes más cotizadas del planeta.
La Finca Santa Rosalía es el proyecto vital de Patxi Garmendia, un vasco que, mientras trabajaba en Argentina, se especializó en la cría de esa raza bovina y a comienzos de este siglo puso en marcha la explotación en España. La granja aboga por la sostenibilidad ecológica y por el verdadero kilómetro cero. Y es que, aunque tiene un restaurante en Bilbao y comercializa su carne por diferentes vías, el corazón del negocio está en el establecimiento situado en la misma finca donde se crían los wagyus.
En el restaurante se puede degustar esta carne reconocible por su característico marmoleado, es decir, por la infiltración de la grasa en las fibras musculares, lo que le confiere una textura suave que contrasta con su sabor intenso, pero muy agradable. Para muchos, de hecho, es la mejor carne del planeta. Algo a lo que influye su pureza genética gracias a que durante más de 200 años esta raza permaneció aislada en las islas japonesas.
Un restaurante de kilómetro cero
Además de los wagyus, en la Finca Santa Rosalía se crían perdices rojas y se elabora vino ecológico a partir de las vides situadas en la explotación. Todo ello, como es lógico, se puede consumir en el restaurante. En ese ánimo de que todo sea de kilómetro cero, en la propia finca hay una huerta ecológica donde se cultivan productos de temporada para abastecer al establecimiento y para todo aquel que quiera comprarlos a través de la web.
Más allá de poder comer y cenar en el restaurante la Finca Santa Rosalía, también ofrece la posibilidad de visitar la explotación para conocer de primera mano cómo se cría a los animales. También se ven las viñas, la plantación de trufas y se conoce la bodega del siglo XVIII, donde se puede degustar uno de sus vinos ecológicos. La visita dura alrededor de una hora y media y siempre se puede completar con una buena comida en el restaurante. ¿Quién necesitaba un plan?
Suscríbete a la newsletter de Gastro y te contamos las noticias en tu mail.
