Con la casa a cuestas, pero sibarita: cinco restaurantes que son una excusa perfecta para un finde en autocaravana

Paradas que no son solo un alto en el camino: son el destino (gastronómico) en sí mismo
Os traemos cinco restaurantes donde la cocina de autor se funde con paisajes espectaculares
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Viajar en autocaravana es sinónimo de libertad: la posibilidad de despertar con vistas a un bosque infinito, seguir el rumbo que marque el viento y detenerse donde el paisaje invite a quedarse. Pero, ¿qué pasa cuando esa pasión por la carretera se combina con el gusto por la alta gastronomía? Para los viajeros que no renuncian a una buena mesa ni en mitad de la naturaleza, existen restaurantes donde la cocina de autor se funde con paisajes espectaculares, convirtiendo cada parada en una experiencia inolvidable.
Desde una masía centenaria en La Garrocha hasta un refugio gastronómico a 2.000 metros de altura en los Pirineos, hemos seleccionado cinco restaurantes donde la excelencia culinaria es el pretexto perfecto para hacer una escapada sobre ruedas. Sin importar si se trata de un menú de tres estrellas Michelin con vistas al Cantábrico o de carnes asadas al calor de un volcán, cada uno de estos destinos promete una aventura gustativa que va más allá del paladar.
Les Cols (Olot, Girona)
Ubicado en una masía del siglo XVIII en el corazón del Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrocha, Les Cols es el refugio gastronómico de la chef Fina Puigdevall y sus hijas, Martina y Clara Puigvert. Su cocina, que ostenta dos estrellas Michelin y tres soles de la Guía Repsol, es un homenaje al paisaje volcánico que la rodea, con ingredientes de proximidad y una puesta en escena minimalista.
El menú degustación, a un precio de 175 euros, sorprende con propuestas como el huevo fresco del día con trufa de La Garrotxa o el calçot en tempura de carbón. La arquitectura del restaurante, reformada por el prestigioso estudio RCR Arquitectes, juega con la luz y la naturaleza para crear una atmósfera única.
Aunque Les Cols no cuenta con un área específica para autocaravanas, en los alrededores de Olot hay varios puntos habilitados para estacionarlas, lo que lo convierte en un destino ideal para los viajeros que buscan combinar naturaleza y alta cocina.
Akelarre (San Sebastián, Guipúzcoa)
San Sebastián es sinónimo de excelencia culinaria, y Akelarre, con sus tres estrellas Michelin, es uno de sus máximos exponentes. Situado en el monte Igeldo, este restaurante dirigido por el chef Pedro Subijana combina innovación y tradición en una propuesta gastronómica que rinde homenaje a los productos del mar y la montaña.
Sus dos menús degustación, Aranori y Bekarki, con un precio de 350 euros cada uno, son una experiencia sensorial en la que platos como la kiskilla bajo una cubierta de Arroz Venere y sorbete de salpicón o el corderito lechal “Baresarian” conquistan a los paladares más exigentes. Desde 2017, Akelarre también cuenta con un hotel de lujo, ideal para quienes quieran deja la autocaravana a un lado y darse al descanso completo de un complejo hotelero de lujo.
Si bien el restaurante no dispone de estacionamiento exclusivo para autocaravanas, en las cercanías de San Sebastián hay áreas habilitadas donde los viajeros pueden pernoctar antes o después de disfrutar de este templo gastronómico.

Ansils (Anciles, Huesca)
Enclavado en el idílico Valle de Benasque, Ansils es una joya gastronómica en mitad de los Pirineos. Su chef, Iris Jordán, ha conseguido en 2024 una estrella Michelin y un Sol Repsol gracias a una cocina que reinterpreta la tradición con creatividad y respeto por los productos locales.
El restaurante ofrece dos menús degustación, por 95 y 70 euros, que varían según la temporada, pero siempre con propuestas sorprendentes como el donete de paloma en escabeche o la trucha de río con salsa de almendras. El entorno no podría ser más evocador: rodeado de montañas y naturaleza virgen, el restaurante está ubicado en una casona típica del Pirineo aragonés, lo que suma al encanto de la experiencia.
Aunque Ansils no dispone de una zona específica para autocaravanas, el Valle de Benasque es una región hospitalaria con los viajeros sobre ruedas. En sus alrededores existen varias áreas de estacionamiento y pernocta, lo que permite disfrutar de la experiencia sin preocupaciones.

El Diablo (Lanzarote, Islas Canarias)
Si hay un restaurante en España donde la naturaleza es parte del proceso culinario, ese es El Diablo. Ubicado en el Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote, este peculiar establecimiento utiliza el calor del subsuelo volcánico para cocinar sus platos, logrando una experiencia gastronómica única.
El menú de El Diablo está marcado por carnes y pescados asados sobre una parrilla volcánica, donde el calor natural del interior de la tierra cuece los alimentos sin necesidad de fuego artificial. Además, se pueden degustar especialidades canarias como las papas arrugadas con mojo o el queso majorero.
Aunque el restaurante no dispone de un área específica para autocaravanas, Lanzarote cuenta con varias zonas habilitadas para estos vehículos, permitiendo que los viajeros disfruten de su propuesta sin renunciar a la comodidad de su casa sobre ruedas.

La Glera (Formigal, Huesca)
Sabemos que nos salimos de la norma al incluir este restaurante, pero es que no todos los días se puede cenar en un refugio de montaña accesible solo en quitanieves, que además resulta perfecto como colofón a una escapada de esquí. Una experiencia única que solo ofrece La Glera, en pleno corazón de los Pirineos. Este exclusivo restaurante, situado a 2.000 metros de altitud en la estación de esquí de Formigal-Panticosa, es un destino imprescindible para los amantes de la gastronomía y la aventura.
Ubicado en una antigua cabaña de pastores con capacidad para 18 personas, La Glera ofrece un menú cerrado que comienza con aperitivos como foie y quesos locales, seguido de una imponente chuleta de vaca mayor a la brasa y postres caseros. Todo ello acompañado de vinos selectos y el inigualable espectáculo de la nieve cayendo tras los ventanales.
Aunque no dispone de estacionamiento propio para autocaravanas, la estación de Formigal sí que cuenta con áreas habilitadas donde es posible pernoctar, lo que permite a los viajeros disfrutar de la experiencia sin preocuparse por el regreso.

Un viaje en autocaravana con sabor a alta cocina
La combinación de libertad, naturaleza y gastronomía de alto nivel es una tendencia en auge. Viajar en autocaravana ya no implica renunciar a experiencias culinarias de primer nivel, y estos cinco restaurantes lo demuestran con creces. Ya sea en el entorno volcánico de Lanzarote, en un refugio pirenaico o en un enclave costero de San Sebastián, cada uno de estos destinos ofrece no solo una comida memorable, sino una vivencia única donde el paisaje y la cocina se fusionan en perfecta armonía. Para los sibaritas que llevan su casa a cuestas, estas paradas no son solo un alto en el camino: son el destino en sí mismo.
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