El mosto: la bebida 'de niños' casi olvidada que gana espacio en los aperitivos

Su sabor dulce ha hecho del mosto una de las bebidas favoritas de los niños desde siempre, pero lo cierto es que este zumo está ganando cada vez más adeptos entre el público de todas las edades. Su origen natural, su dulzura y las muchas propiedades nutricionales que tiene están llevando al mosto a ser una de las bebidas preferidas para el aperitivo.

El mosto es el zumo que se obtiene de la uva antes de que fermente y con ello adquiera la graduación alcohólica propia de los vinos. Aunque su época de consumo ideal y más natural sería por tanto en otoño, justo después de la vendimia, lo cierto es que se puede disfrutar de él durante todo el año. 

Mosto, uno de los pasos previos al vino

Escrito está: el mosto es uno de los pasos previos a la obtención del vino, pero no por ello se debe entender que es un producto de inferior categoría o que su aprovechamiento es secundario. Más bien al contrario, esta bebida tiene un carácter propio que se está ganando cada vez un espacio más grande en los bares de toda España. Su sabor dulce, unido a que se consume frío, hace del mosto una bebida ideal para cualquier momento del día, pero en especial como aperitivo. Y no sólo por ello, ya que cuenta con muchas propiedades y beneficios para la salud.

Entre las principales bondades que se le reconocen están su importante aporte en antioxidantes, polifenoles y flavonoides. Los primeros refuerzan el sistema inmune por lo que es recomendable beber mosto en los meses de menos horas de sol. 

Por su parte, los polifenoles, además de ser antioxidantes y antiinflamatorios, son vasodilatadores, lo que ayuda a evitar trombos y a mejorar el sistema vascular, mientras que los flavonoides ayudan a prevenir el envejecimiento. Además, como es lógico al tratarse de un zumo natural, cuenta con un importante aporte de glucosa y fructosa.

Diferentes tipos de mosto

Existen tres tipos diferentes de mosto: el simple, el concentrado y el sulfatado. Sin ánimo de ser exhaustivos, se podrían acotar de la siguiente forma. El mosto simple es el más natural de todos ellos, aquel que procede directamente de uva prensada antes de que comience su fermentación. El concentrado es el mosto parcialmente deshidratado, ya que se le quitan ⅔ de su agua, pero se mantienen todas sus propiedades, por lo que es muy utilizado en la industria alimentaria, mientras que el sulfatado es el mosto fresco al que se le añaden conservantes.

Dejando a un lado las propiedades y los diferentes tipos de mosto, lo que es cierto es que su popularidad está en franco aumento en los últimos tiempos, en especial entre ese público que le gusta alternan, pero que prefiere optar por bebidas sanas, no alcohólicas y que no estén carbonatadas, evitando así ‘acabar hinchados’.

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