Cómo organizar una cata de vinos en casa como un experto

Una buena cata de vinos tiene que contar con algunos detalles imprescindibles
Las 9 mejores rutas del vino en España para los amantes de las denominaciones de origen
MadridUna de las ventajas que tiene el vino es que se puede disfrutar de su sabor y calidad sin necesidad de tener un conocimiento extra sobre él, no es necesario conocer todos los detalles para poder apreciar que se trata de un buen vino o, incluso, un vino que nos gusta, sin embargo, para muchas personas saber un poco más hace que la experiencia de beberlo sea más intensa y gratificante. No es fácil saberlo todo sobre el vino, pero sí que lo es aprender un poco más cada vez, sobre todo si sabemos cómo hacerlo. En esto las catas pueden ser clave.
Existen muchas opciones, pero siempre es buena idea contar con la colaboración de un experto que nos ayude a buscar los elementos clave que son relevantes, esos matices que ayudan a marcar la diferencia y que podrían pasar desapercibidos para un consumidor casual, pero que son esenciales para quienes quieren aprender un poco más sobre esta bebida, la forma en la que se fabrica y la manera más adecuada para consumirla. Una vez que se tienen los conocimientos básicos, solo es una cuestión de práctica y de entrenar esas habilidades.
La experiencia la proporciona el tiempo, pero también el entrenamiento y para ello nada mejor que seguir ejercitándose, lo que puede convertirse en una divertida experiencia que compartir con amigos. Una actividad divertida puede ser organizar una cata de vinos en casa, algo que cualquiera puede hacer, aunque no todo el mundo tiene claro cómo hay que hacerlo para que sea lo más cercano a una cata profesional, porque es posible organizarlo todo en nuestra propia casa, solo hay que tener claros unos cuantos conceptos.
Cómo organizar una cata de vinos en casa como un experto
Si en lugar de acudir a algún espacio que ofrezca catas de vinos preferimos la opción de disfrutar la experiencia directamente desde nuestro hogar, solo hay que tener presentes algunos conceptos básicos para hacer la experiencia lo más realista posible. Si nos lo queremos tomar en serio no puede dejarse nada al azar y eso incluye contar con todo lo que podamos necesitar para que sea lo más realista posible.
Las copas son un imprescindible en una cata de vinos, sin ellas es impensable organizar una, cada tipo de vino tiene su copa ideal, pero si no se tienen las copas perfectas para cada vino, una de tinto y una de blanco servirán igualmente. Lo ideal es contar con una copa para cada cata, pero como no siempre es posible, puede que haya que lavarlas entre vino y vino. Otro elemento que puede hacer la cata un poco más profesional es el decantador, que ayuda a que el vino respire y libere sus aromas.
Además, podemos añadir otros detalles que dan realismo a la cata, como vasos de plástico vacíos para quienes no quieran beberse el vino y algunos con agua, para poder refrescarse la boca entre cata y cara. Con esa finalidad también puede añadirse un poco de pan. Otro elemento que ayuda a darle ese toque profesional es añadir un papel y un bolígrafo para poder anotar todos los matices que captemos. ¿Quieres que se ajuste más a una cata de expertos? Añade un mantel o servilletas blancos, para poder apreciar por completo el color del vino y usa una cubitera para mantener el vino a la temperatura perfecta.
Lo que suele recomendarse es que no se junten demasiadas personas, unas seis u ocho es un buen número, pero esto queda a elección de cada cual, y lo ideal es que haya una botella de vino por cada dos o tres comensales. Para hacerlo más interesante puede hacerse una cata a ciegas, en parejas o, en caso de que sean muchas personas, dividirse en grupos y hacer algún tipo de concurso de preguntas y respuestas. En estos casos, es una buena idea que alguien quede fuera de la cata y ejerza de sumiller.
Tras el descorche, lo más frecuente es seguir los pasos habituales para la cata. El primer paso es centrarse en el aroma, intentando descifrar los olores que destaquen, después llega la observación, ¿qué colores destacan? Degustarlo sería el siguiente paso, intentar encontrar todos esos matices que el vino esconde. Cada uno puede anotar sus impresiones y después ponerlo en común, para que la opinión de uno no influya o condicione la experiencia de los demás.
Para no saturar demasiado a los invitados se pueden seleccionar entre cuatro y seis vinos para ofrecer, organizar la cata con vinos diferentes puede hacer que resulte mucho más interesante. Añadiendo un pequeño picoteo que encaje y maride con los vinos podemos conseguir una noche completa y muy divertida en la que descubrir nuevas variedades, aprender más sobre vino y, sobre todo, pasar un rato muy divertido con personas con las que tenemos mucho en común.