Irene Rosales cada vez está más cómoda en la casa y ya le cuenta a sus compañeras cosas de su intimidad. Ha explicado cómo es su relación con las revistas y programas del corazón: “Cada vez que han salido cosas de Kiko y mías me han taladrado el teléfono y me han ofrecido mucho dinero. Les he dicho que los problemas son de la pareja”. Pero sí que asume que su vida “es pública”: “Tú puedes opinar lo que quieras, pero de lo que yo venda; de lo que no venda, no”. Belén Esteban y Nagore Robles no coinciden con esta percepción: “No funciona así. Una vez que te metes en esto todo el mundo puede hablar de ti lo que quiera”.