Sergi Prim y Marta Mendes tienen catorce y dieciséis años y se consideran íntimos amigos. Sobre el escenario interpretan (él a piano y catando y ella cantando) una canción que compuso Sergi en honor a su compañera y amiga para apoyarla en un momento de dificultad.
Marta confiesa haber pasado por un duro momento, intentaba apartar a la gente que le quería de su lado porque “pensaba que les estaba haciendo daño”. En medio de ese torbellino, nació a gritos esta canción.
Estos amigos se admiran y se quieren y esa conexión tan especial que hay entre ellos se ha trasladado a su actuación, que ha puesto los pelos de punta a más de uno: “Me ha parecido que ha sido de las canciones propias más especiales que han pasado por ‘Got Talent”, han sido las palabras de Risto Mejide durante su valoración.
Edurne ha querido destacar las miradas que él le dedicaba a ella mientras cantaban y las ha catalogado como "amor de amistad", aunque lo cierto es que Dani Martínez y Risto han bromeado a respecto, pues ellos quizás consideran que se trataba de otro tipo de mirada.