Xavi demuestra que si se desea no hay límites: "Quiero que los niños vean que ser diferentes no es ser inferiores"
Xavi sufrió la amputación de un brazo cuando solo era un bebé
Durante su infancia sufrió el rechazo de los demás niños
A los 17 años decidió comenzar a hacer deporte: "Me salvó la vida"
Xavi viene desde un pueblo de Guipúzcoa y lo hace con un objetivo muy claro: demostrar que cuando algo se desea de verdad no existen límites para lograrlo. Nada más nacer, a Xavi tuvieron que amputarle parte de un brazo, varios dedos y operarle de las piernas. Durante toda su infancia, Xavi ha tenido que luchar con un arrojo extra por conseguir sus sueños y por aceptarse: “Los niños no sabían canalizar y aceptar lo que me hacía diferente, me metí en una burbuja triste y me creía que no servía para nada”.
Pero en torno a los 17 años Xavi se dio cuenta de que no era ese el Xavi que pretendía ser: “Comencé con el deporte y eso me salvó la vida, quiero que los niños que tienen características que les hacen diferentes cuando me vean no sientan que son inferiores, si no que es el comienzo de algo muy bonito”.
Con una gran habilidad para el crossfit y una fuerza muy llamativa, Xavi ha dejado claro que efectivamente las pequeñas cosas que nos diferencias de los demás no nos hacen inferiores. Defendiendo esa igualdad, Risto le ha valorado como lo habría hecho con cualquier otro concursante: “Tu actuación no me ha gustado, para mí es un no”. Xavi tendrá que pelear por un puesto en la semifinal con los dos únicos síes de Edurne y Dani Martínez.