Una voz en japonés se ha dirigido a Byamba para explicarle en un idioma que comprende que pasase al salón de la redecorada casa de Gran Hermano a darle una lección de sumo a todos los concursantes, que se han vestido de luchadores.
Ahí les han puesto unos calzones propios de este deporte con la salvedad de las chicas, que se han colocado también un esquijama para que se vean en televisión sus lozanas carnes desnudas. Tras una breve clase, los concursantes han aprendido los movimientos previos a una lucha de sumo.
A partir de ahora, los chicos tendrán que disfrutar de la cultura japonesa y aprender todo lo que Byamba les enseñe. El primer contacto ha sido muy simpático. La encargada de conocerle ha sido Terry, que se ha pasado unos minutos tratando de intentar conseguir que le dijera su nombre.
Después de romper el hielo con la canaria, Laura ha sido quien se ha encontrado con él después. La sindicalista se ha mostrado muy decepcionada porque pensaba que iba a ver a su madre porque era Navidad. Pero no, su madre estaba en el plató junto a Mercedes Milá suspirando por los cariños subidos de tono que se da su hija con Marcelo.
La primera lección
La química entre Laura y Byamba ha aparecido rápido, ella quería pellizcarle los mofletes, de modo que ha comprendido rápido que no le gustan que le toquen. Primera lección sobre cultura oriental. No se toca a los demás.
Después Lydia se las ha arreglado para averiguar que era un campeón hasta que ha aparecido Johta y se ha fijado en lo más colorido, como es él: "¡Cómo mola el kimono!"