La ira y el enfado
Tras cada gala, Tatiana se encuentra un poco más sola en la casa. Con la salida de Mel, el número de apoyos para ella se ve gravemente reducido y la rusa no sabía cómo expresar su enfado, si con la ira o con las lágrimas.
Con la expulsión aún reciente, Tatiana analizaba con Carolina la salida de Arturo y es que ninguna de las dos logra expicar con claridad el motivo por el que la audiencia mantiene a Arturo dentro de la casa. Para ella, la razón sólo puede ser una "¿Qué pasa, que Arturo da más juego porque folla?", se preguntaba.
Más tarde, en el confesionario, Tatiana se desahogaba entre lágrimas, "Sé que hay más gente en la casa, pero no es lo mismo sin ella", explicaba. Carol también utilizó la intimidad del confesionario para elucubrar acrca de las razones por las que Arturo continúa entre ellos: "Que Indhira se quite valor como mujer me parece bien pero que intente dejar a Carol como si fuese cualquier cosa, no", decía.
La celebración y el triunfo
Con Mel fuera de la casa, Arturo e Indhira vuelven a librarse de la expulsión. Cuando vio volver a Arturo de la sal de expulsión, Indhira se agarró a su cuello y es que, ahora, la pareja se ve aún más reforzada, están convencidos de su posición privilegiada entre la audiencia. Se abrazaron, se besaron, Indhira se arrepentía de las nominaciones y él expresaba su alegría en el confesionario aunque también aseguraba temer que Indhira volviera a colarse por él.
Ya en la habitación, pasada la gala, la pareja volvía a deshacer la maletas y a celebrar su trinfo, para Arturo ya no hay lugar a dudas "¡España me quiere!", exclamaba, pero Indhira se encargó de matizar "¡España NOS quiere!", le decía.
Tras la última expulsión, la casa vuelve a dividirse. Arturo e Indhira salen reforzados y el resto de la casa mepieza a verles demasiados seguros de sí mismos. ¿Cómo avanzará su relación a partir de ahora?